Por Gustavo Varela
Poco a poco va avanzando el mes de diciembre y en pocos días más vamos a culminar este año 2023, lo cual va a desembocar en un nuevo y largo proceso electoral, que culminará en el 2025.
A mediados del año que viene comenzaremos con las internas partidarias, luego el último domingo de octubre será la primera vuelta, y si todo marcha normal tendremos balotaje en noviembre, y allí culminaremos ese primer tiempo donde dirimiremos la lógica nacional, para luego dar paso a las departamentales de mayo de 2025.
Las elecciones internas ordenará a los diferentes partidos, y si todo marcha normal, tendremos nuevamente un desenlace de balotaje entre la los partidos actualmente coalicionados y el FA, como en las elecciones anteriores, sin embargo, con un detalle no menor, que es, que desde el retorno de la democracia, por primera vez el FA estará liderado por el Partido Comunista y el MPP, o sea, la extrema izquierda uruguaya, acompañada por el Pit-Cnt, pues han desaparecido las figuras que habían orientado al FA hacia el centro, sin dejarse dominar por la central sindical.
Esa extrema izquierda política-sindical, ha prometido arrasar con todas aquellas reformas que se pudieron llevar a cabo, como por ejemplo, la reforma de la educación y la reforma jubilatoria entre otras, que fueron necesarias realizar, pero que son insuficientes si queremos seguir avanzando como país.
Gracias a esas reformas, somos de los países de América Latina que mejor posicionados estamos en materia económica, social y laboral, aunque no son suficientes, si queremos seguir avanzando.- Hay que llevar a cabo otras reformas y desregulaciones, si queremos seguir diferenciándonos.
Basta mirar el barrio y ver a nuestros vecinos, al nivel que han llegado, como consecuencia de las políticas que quieren llevar adelante los representantes de la izquierda uruguaya.
Hoy, no quieren ni mirar para el oeste, pero hasta hace muy poco, se llenaban la boca, gritando a viva voz, que el Presidente de los argentinos era un “Clase A” de la política, y que había que imitar sus políticas.- Hoy ese clase A, reconoció que operó en contra de los intereses económicos del Uruguay, ante China.
¡Toda una declaración de amor!
En el ámbito departamental pasa lo mismo, tenemos un departamento, que pareciera que ha pasado por un terremoto en la situación en que está, y para colmo, tenemos como Intendente un fantasma, que cuando más lo necesitó el departamento, como consecuencia de las políticas llevadas a cabo por sus amigos argentinos, desapareció, y está dedicado, con la plata de los salteños, a promover su candidatura a nivel nacional.
Huyó, en el momento en que el departamento precisaba de un liderazgo firme, persiguiendo su propio interés, y no el interés general.
Basta un solo dato para ver que estos 10 años del gobierno, fueron desastrosos.
En los últimos 10 años el departamento que mostró el peor desempeño en cuanto a crecimiento económico fue Salto, con un crecimiento promedio anual inferior a 1 %.
Los otros departamentos han crecido mucho más que nosotros.
Por algo será.
Basta leer la nota de Diario Cambio del viernes, al Secretario General, para darse cuenta que no tiene nada para decir.
Puras generalidades, pero nada concreto de peso, para el departamento.
Por eso vamos a insistir en lograr conformar, como a nivel nacional, una coalición a nivel departamental, con objetivos y metas bien claras, para devolver a Salto las posiciones de privilegios que otrora ostentó.
Precisamos levantar a Salto del desastre de estos últimos años, promoviendo inversión, que traiga de la mano trabajo genuino para los Salteños, para dejar atrás la displicencia de gobernantes que miran la suerte de ellos y sus familiares, desentendiéndose de la suerte del pueblo.
Con una fuerte coalición, lo vamos a lograr.