Por Gustavo Chiriff
Pasadas las elecciones internas, donde no hubo mayores sorpresas, tanto en lo departamental como en lo nacional, se confirmaron algunas tendencias que pronosticaban las encuestadoras y fue así que al domingo 30, a la noche, ya estaban las formulas presidenciable de los distintos partidos políticos, que en octubre definirán quien será el próximo presidente del Uruguay por cinco años.
Ahora se está en un camino de negociaciones, donde es necesario realizar alianzas para poder conformar la propuesta departamental a la diputación. Particularmente nosotros, vamos a ir con la 1001, llevando a Oscar Andrade como nuestro candidato a senador, pero convencidos que vamos a militar para que el Frente Amplio gane en primera vuelta, con mayorías parlamentarias y que nuestro próximo presidente sea Yamandú Orsi.
La izquierda tiene un gran desafío electoral, pero también se puede dar otros escenarios y eso hay que tenerlo en cuenta, depende de la acción política que despleguemos en la calle el resultado que obtengamos. Y no es ganar las elecciones por ganar las elecciones, queremos ganar para superar lo que el FA hizo y la única manera de hacerlo es través de realizarle a nuestro pueblo propuestas reales que vayan a resolver las enormes dificultades que atraviesan miles de uruguayos y uruguayas, que no llegan a fin de mes con su sueldo, con falta de empleo, con necesidades de vivienda.
¿Qué nos está dejando este gobierno? Cuatro años de rebaja de salarios, la economía se recuperó y creció por encima del 2019 pero hubo rebaja de los salarios, rebaja de las jubilaciones, recorte del presupuesto de la enseñanza, los que venían a resolver el problema de la inseguridad cerraron los primeros cuatro años de gobierno con 160 homicidios que el último período del gobierno del FA, un gobierno que ha entregado la soberanía , una característica de este gobierno es la entrega de la soberanía, el deterioro democrático, desde perseguir periodistas a hacer espionaje a senadores y ataques a Fiscalía, uno detrás del otro, con situaciones dramáticas.
La dimensión de algunos de los escándalos de corrupción de este gobierno es enorme.
Estamos en el período de más casos de corrupción del Uruguay, es uno atrás de otro: la entrega de un pasaporte a un narco que estaba preso, la destrucción de documentos que demostraban que se sabía que era un narco, después de eso la situación del jefe de seguridad presidencial, la entrega de viviendas, entre otros desastres.
Por esto y mucho mas es que comenzamos el camino para que en octubre se elija un rumbo distinto al que nos ofreció el gobierno de coalición. En octubre no es por nosotros, es por todos.
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