jueves 21 de noviembre, 2024
  • 8 am

Los perros de Armando: Por el bien de los perros

Armando Guglielmone
Por

Armando Guglielmone

33 opiniones

Armando Guglielmone Instructor canino –
educador etólogo Venta de ovejeros
alemanes de pedigrí Contacto y /o sugerencias : 098 539 682
Cuando una persona se decide tener a tener un perro normalmente lo hace motivado por un deseo, sea este de compañía, protección, trabajo e incluso status, aunque este último sea cuestionable. Si es un perro de raza, muchas veces al tener un segundo perro se deja de lado la raza del primero pues no nos ha conformado o, por el contrario, se continúa con la misma pues ha colmado nuestras expectativas. Hay personas que gustan de perros pequeños y otros que gustan de perros más grandes, que pasan de uno a otro y viceversa. Esto no representa casi ningún problema, excepto uno, que el pasar de los años y de las circunstancias personales de las personas van cambiando y esto afectará no solo a la persona, sino también al perro que esta vaya a tener. He visto a lo largo de estas décadas de trabajo con perros, como propietarios de uno han ido envejeciendo, o quedando eventualmente solos, pero insisten muchas veces, por inercia o terquedad, continuar teniendo la misma raza o tipo de perro que han tenido siempre. Como ejemplo, una persona que siempre había convivido con perros tipo filas, siguió teniéndolos y cada tantos años, cuando tenía uno nuevo, al ir para adiestrárselo veía como esa persona empezaba a encontrar problemas en la convivencia que iban en aumento proporcionalmente a los años que iba sumando su dueño. El perro seguía teniendo el comportamiento que tienen esos perros, no había mayor variación entre uno que hubiese tenido hace veinte años atrás y el de ahora, el que había cambiado era el dueño, y su circunstancia. Ahora estaba solo, sin su conyugue, con sus hijos adultos ya no viviendo con él y lo más importante, estaba viejo, los años nos pasan a todos y esta no era la excepción. Entonces claro, si tienes problemas de salud, has perdido las capacidades que tenías de joven, estás solo, un perro que aún de cachorro es enorme te parecerá que es más inquieto que los que tenías antes, que rompe más cosas o que ha estado a punto de voltearte o lo ha hecho tal vez, mientras el dueño piensa que es este perro, no él. Si vamos a tener un perro no debemos dejar de tomar en cuenta como estamos de salud, si vivimos solos o acompañados, si quienes viven con nosotros gustan de los perros y donde vivimos. A veces pasa que las personas me preguntan por qué su perro hace tal o cual cosa, cuando va a dejar de hacerlo, que no sabe si se lo va a quedar pues ya lo tiene cansado. La respuesta sería que hace eso pues es cachorro, o es ansiedad por estar solo la mayor parte del tiempo y más importante, no debería haber tenido ese tipo de perro que tal vez le gustó el aspecto, o se lo regalaron, no porque ese en particular haya venido “fallado”, es que ya esa persona no es la misma que hace diez o veinte años, y los años nos gastan a todos.