Por Melisa Ferradini.
El Club de Arte es un proyecto impulsado por la Administración Nacional de Educación PúblicaANEP y el Ministerio de Educación y Cultura MEC, donde se trabaja con estudiantes de distintas instituciones. Durante cuatro meses este grupo de estudiantes salteños realizaron ensayos semanales de teatro, danza y canto. Al principio, se propuso una estructura base: un residencial de ancianos donde la dueña, Doña Marta, se casa y ofrece solo dos invitaciones para la fiesta. Esta situación dio lugar a las primeras improvisaciones, y de ahí surgieron los personajes y las escenas. En esta entrevista, conversamos con la docente de teatro y danza del bachillerato artístico Victoria Mackinnon, quien reflexiona sobre su experiencia en un bachillerato artístico, los desafíos de la enseñanza y el proceso creativo que llevó a la realización de “Los Nadies”, una obra colectiva construida desde la improvisación y premiada en la 3ª. Edición de Clubes de Arte y con la Directora del Liceo No. 1 IPOLL, Prof. Silvia Sevrini que nos relata la emoción y orgullo que siente la institución con el premio obtenido.
SER DOCENTE
“Ser docente de teatro y danza en el bachillerato artístico en el liceo No.1 IPOLL, es una experiencia llena de alegría y desafíos”, nos dice. Trabajar en un bachillerato artístico ofrece una alternativa a la rigidez de las clases tradicionales, permitiendo que los estudiantes encuentren un espacio nuevo para expresarse y relacionarse de forma diferente con sus compañeros y el entorno. El primer desafío es fortalecer la confianza entre los estudiantes y fomentar una expresión espontánea y respetuosa. El teatro y la danza no solo buscan la creatividad, sino que también promueven el trabajo en equipo y la escucha activa. A través de la práctica, los jóvenes desarrollan habilidades críticas y analíticas, con el juego como eje central de su aprendizaje. El compromiso con el proceso creativo es esencial. Cada estudiante se involucra con su sensibilidad y su cuerpo en movimiento, recuperando el espíritu lúdico de la infancia, donde la ficción y la realidad se entrelazan. En este tipo de prácticas artísticas, “jugarse” significa estar presente con cuerpo y alma, enfrentando retos personales y grupales. La clave está en la exploración: el aprendizaje emerge del proceso y no de un resultado preestablecido.
EL ARTE COMO PROCESO Y RESULTADO
Cada paso del proceso fue acompañado por la reflexión colectiva: ¿Cómo resolvimos esta situación? ¿Qué emociones surgieron? Este diálogo permitió afinar las escenas, reescribir guiones y mejorar la propuesta, siempre desde una perspectiva democrática. Aunque la guía docente fue fundamental, la obra se nutrió de la creatividad y el aporte de todos los participantes, relata. “El nombre de la obra, “Los Nadie”, surgió hacia el final del proceso, cuando la creación estaba casi completa. La elección del título invita a que cada espectador realice sus propias interpretaciones, en función de lo que observa en escena”. En “Los Nadies”, todos los personajes son protagonistas, destacando que no existen “papeles menores”. Cada estudiante tuvo la oportunidad de brillar, reforzando la idea de que el verdadero valor de un papel está en la interpretación. El objetivo principal fue que cada joven se sintiera parte esencial del proyecto, fortaleciendo su confianza y su capacidad para expresarse dentro del colectivo. “Los Nadies” es un grupo de adultos mayores diverso y variopinto que convive en un Residencial. Todo comienza cuando reciben de Doña Marta, sólo dos invitaciones para su fiesta. A partir de allí se desatan movimientos grupales, reacciones individuales, aventuras, juegos, aprendizajes y cambios, en búsqueda de una resolución colectiva. ¿La encontrarán? Creación colectiva de guion y personajes: Ángel Bessio, Esteban De Mora, Lucas Ferreira, Nicole Furlón, Gallino Monetta, Guadalupe Henderson, Julián Mariño, Natalia Machado, Francisco Menoni, Melissa Morales, Nicolás Rangel, Valentina Rodríguez, LudmilaVázques.
APRENDIZAJE QUE TRASCIENDE EL ESCENARIO
“El trabajo artístico en estos espacios no solo enseña técnicos de actuación o danza, sino qué forma en valores como la confianza, la comunicación y el respeto mutuo”, enfatiza. El proceso creativo, más que el resultado final, es la verdadera enseñanza: soltar expectativas individuales para apostar al crecimiento del equipo. En definitiva, ser docente de teatro y danza es acompañar a los estudiantes en la búsqueda de su voz, guiándolos hacia la creación colectiva y permitiendo que cada uno descubra su propio potencial. “Los Nadies” es una muestra de que, cuando el arte se construye en equipo, surge la magia. “Lo que logramos como equipo fue y es maravilloso. Tiene tanto corazón como arte. Hemos trabajado con tanto amor y cuidado mutuo, que hizo del proceso y del resultado algo mágico que excede a cada individualidad. Es un grupo que frente a lo que yo les planteaba para improvisar y la estructura, se zambulló ensayo a ensayo, basándose en la confianza y la creación. Es un premio a este grandioso proceso creativo”, destaca.
PROCESO EXIGENTE
En diálogo CAMBIO, la Directora del Liceo No.1 IPOLL, Silvia Sevrini, nos relata con mucha alegría y emoción el logro de los alumnos del bachillerato artístico con el haber participado y logrado el premio obtenido. El camino hacia la final fue un proceso exigente. Durante el año, se realizaron varias presentaciones donde participaron 37 instituciones de todo el país. De ellas, solo cuatro llegaron a la instancia final: el Liceo N. º 1 de Salto, el Liceo de Colonia Lavalleja, el Liceo N. º 65 de Montevideo y otro liceo del sur. Además, se otorgaron menciones especiales a otras instituciones destacadas.
LA FINAL
La jornada comenzó con una muestra de las menciones, quienes realizaron pequeñas representaciones de sus obras. Luego, fue el turno de los cuatro finalistas, que presentaron sus creaciones ante un jurado compuesto por destacadas personalidades del ámbito artístico uruguayo. El Liceo N. º 1 de Salto se alzó con el primer premio gracias a su obra de teatro titulada “Los Nadies”. Según comentó uno de los docentes, los estudiantes realizaron interpretaciones impecables: “Parecían actores consagrados. Verlos en escena fue emocionante, ¡ni los reconocía de lo inmersos que estaban en sus personajes!”. El segundo lugar fue para el Liceo de Colonia Lavalleja, mientras que el tercer puesto quedó en manos del Liceo N. º 65 de Montevideo.
LOGRO COLECTIVO
El proyecto fue más que una competencia: se trató de una experiencia de aprendizaje y colaboración, en la que los jóvenes encontraron en el arte una forma de expresarse y trabajar en equipo. “Estamos muy felices porque fue un verdadero logro”, agregó la Directora. “Estos clubes no solo promueven habilidades artísticas, sino que también fortalecen vínculos entre estudiantes y docentes. En escena, los chiquilines demostraron todo lo que aprendieron y vivieron durante el proceso”. La entrega de premios fue un evento de gran relevancia, con la participación de autoridades de CODICEN y reconocidos artistas del país. La iniciativa de los Clubes de Arte continúa consolidándose como una oportunidad para que estudiantes de todo Uruguay desarrollen su potencial artístico y personal en un ambiente creativo y colaborativo, finaliza.
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