sábado 23 de noviembre, 2024
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Elecciones

Padre Martín Ponce de León
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Padre Martín Ponce de León

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Sol

Por el Padre Martín Ponce De León
Mañana volveremos a vivir un acto eleccionario. Es día donde se pone en práctica nuestra vivencia democrática y nuestra capacidad de decidir.
A lo largo de estos días hemos ido sintiendo nombres, números y propuestas. Ha sido un tiempo donde hemos ido teniendo la oportunidad de pensar y decidir nuestro voto.
Quizás, para muchos, es un acto donde prima la incertidumbre. “¿Lo que voy a votar, es lo correcto?” “¿Es esta la mejor opción?” Quizás, para otros, es llegar con la convicción y la certeza de haber decidido correctamente y, por lo tanto, llegar a emitir el sufragio sin el menor tipo de dudas.
Es el día de ejercer nuestra participación desde la libertad y la responsable convicción producto de una búsqueda.
Deberíamos llegar con la certeza de que no es un sobre más el que se habrá de colocar en la urna, sino que es el que decide por y para los cinco años venideros. Por ello es que no voy con un “Todos son lo mismo” ni con un “Nada me importa”
La democracia es un privilegio que se posee y debemos ejercitarla, para cuidarla lo más posible, lo más responsablemente posible puesto que ella dice de madurez, determinación y libertad.
Mañana debo tener en cuenta que se pone en marcha la voluntad de todos y, por ello, no debo tener en cuenta, únicamente, mis simpatías particulares, sino que debo buscar por aquel que, supongo, más hará por el bien común.
Es evidente que ninguno sabe lo que el mañana habrá de depararle en los próximos cinco años. Recuerdo nadie estaba preparado para enfrentar la aftosa o el covid cuando ambos irrumpieron en el gobierno de turno. No existe el candidato que tenga asegurado el futuro de los cinco años de su posible gobierno.
Pero, es evidente, que existen problemas que deben encararse con responsabilidad, sentido común y urgencia por más que ellos sean problemas que influyen sobre determinados sectores de la población. No podemos no tener en cuenta, en nuestra privada elección, la capacidad de mando y realismo que se deba tener según nuestro entender.
La democracia me ofrece, cada cinco años, la oportunidad de decidir y ello no es una responsabilidad menor.
Es evidente que hay muchos que están desinteresados o desencantados de los políticos. Ello es respetable, pero no puede llevarnos a que nos desinteresemos o desencantemos de la democracia en cuanto tal.
Lo que la mayoría decida debemos respetarlo y ello, también, es parte de la democracia en la que estamos inmersos y de la que ejercemos un aspecto importantísimo como es el ejercicio de nuestra decisión.
Todo hace suponer que, lo de mañana, será un primer paso en este proceso de la elección presidencial, pero ello no es lo único que mañana se determina. Se decide la integración total del poder legislativo y ello, también, lo debemos tener en cuenta en nuestra decisión.
Se apagaron las voces de la campaña electoral. Ahora es tiempo de pensar y decidir. Ahora es tiempo de ejercer la responsabilidad que, madura y libremente, utilizamos para que nuestra vida en democracia pueda continuar existiendo desde la nada simple tarea de “Yo decido”