Para un Salto capital del interior Malaquina intendente
Por Agustín Radesca
Comúnmente se dice que “quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo”, pero en este caso en particular, considero que todos aquellos Salteños que vivieron y recuerdan aquella época de “gloria” o “pujanza” de nuestro Salto, entre los años 1985 a 2005, con gusto podrían volver a repetir dicha historia.
Los años que comprenden este periodo (1985 – 2005) tenían en común a una sola persona, quien con ayuda de muchos otros grandes hombres y mujeres supieron soñar y construir ese Salto del cual muchos de nosotros nos sentíamos más que orgullosos. Este periodo tenía al frente del Gobierno Departamental al Escribano Eduardo Malaquina, definido por propios y ajenos como el “último gran Intendente” de nuestro departamento, opinión que claramente compartimos si nos detenemos a pensar lo que han significado sus gestiones para nuestro Salto.
En ellas vale destacar que fue el impulsor del hogar estudiantil universitario y la conocida “Casa del Salto” en Montevideo, los cuales albergan a muchos jóvenes estudiantes que necesitan de esa “mano tendida” por parte del departamento para iniciar y continuar sus estudios. También como la primera infancia lo preocupaba, logro articular con el gobierno nacional para que el primer CAIF del Uruguay fuera abierto en nuestra ciudad. También, entre otras tantas obras, encontramos la articulación e impulso para la concreción del Shopping en plena Crisis Económica, obra que ha sido la fuente laboral para miles de Salteños.
Pero al humilde entender de quien suscribe, la obra insignia o más significativa del Escribano supo ser la construcción del actual edificio de la Regional Norte, universidad que le brindó, brinda y brindará a miles de jóvenes la posibilidad de perseguir su título universitario porque si no fuere por esta gran obra muchos de ellos terminarían en la capital o incluso no podrían perseguir su sueño de ser universitarios.
Es por lo antes dicho y muchos más motivos, que se puede resumir la gestión departamental en dicho periodo de tiempo como una gestión de oportunidades, de creación de fuentes laborales, de grandes obras, y concreción de muchos sueños.
Hoy nuevamente vemos a un Malaquina en la “arena” política y hoy Marcelo Malaquina, hijo de aquel gran gestor y estadista que tuvo Salto se muestra como una de las figuras con más chances de ganar el gobierno departamental en las próximas elecciones del mes de Mayo.
Claramente la esperanza renace y la ilusión se renueva; resurge para muchos nuevamente la esperanza de que Salto vuelva a ser la capital del trabajo, la capital del turismo termal a nivel nacional y regional, para que Salto con un Malaquina al frente del Gobierno Departamental vuelva a ser la capital del Interior.