jueves 30 de enero, 2025
  • 8 am

Abuso sexual infantil: un flagelo social oculto

Colegio Médico del Uruguay
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Colegio Médico del Uruguay

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Sol

Dra. Patricia Nava.
Psiquiatra
Pediátrica.
Colegio Médico Regional Norte
El abuso sexual infantil (ASI) es un tema que, lamentablemente, sigue siendo un tabú en nuestra sociedad. A menudo, se habla de él en susurros, como si el silencio pudiera proteger a nuestros niños. Sin embargo, el silencio solo perpetúa el sufrimiento y la vulneración.
Es hora de que abramos los ojos y hablemos abiertamente sobre esta problemática que afecta a miles de niños en nuestra comunidad y en todo el mundo.
El ASI en Uruguay es una problemática compleja y desafiante, que afecta a niños y niñas de todas las edades, géneros y contextos sociales, ocurre cuando un niño es utilizado para la estimulación sexual de su agresor (un adulto conocido o desconocido, un pariente, otro NNA (Niñas, Niños y Adolescentes)) o la gratificación de un observador.
Implica toda interacción sexual en la que el consentimiento no existe o no puede ser dado, independientemente de si el niño entiende la naturaleza sexual de la actividad e incluso cuando no muestre signos de rechazo.
El contacto sexual entre adolescentes y un niño o uno niña más pequeña también puede ser abusivo si hay una significativa disparidad en la edad, el desarrollo, el tamaño; si existe aprovechamiento intencionado de esas diferencias.
Cada año, millones de niños son víctimas de abuso sexual, y muchos de ellos nunca cuentan su historia. Es fundamental que como sociedad, aprendamos a reconocer las señales de alerta y a crear un entorno seguro donde los niños se sientan cómodos hablando sobre sus experiencias.
Algunas de las características del Abuso Sexual Infantil (ASI): No distingue género, etnia, estatus social. Todos los NNA son posibles víctimas. Cualquier adulto puede ser un potencial agresor. Es caracterizado como una de las peores formas de violencia. Ocasiona daños en la integridad física, psíquica y moral. Vulnera todos los derechos de los NNA.
Quienes son víctimas suelen callar lo sucedido por diferentes motivos tales como: sentimiento de culpa, vergüenza, amenazas por parte del agresor/abusador, recompensa por parte de los mimos, entre otras.
Los indicadores hacen referencia a los síntomas y signos manifestados en lo físico, emocional y conductual; los físicos tienen mayor posibilidad de evidenciar una situación de violencia, pero se requiere prudencia en la interpretación en caso de hallazgos.
Es importante estar atentos a otro tipo de indicadores, como los emocionales y conductuales, que si bien no aparecen como específicos, son más frecuentes.
Producen cambios en el comportamiento: puede mostrar cambios drásticos, volverse más agresivo, retraído o ansioso. Tener dolor o molestias físicas: Quejas de dolor en área genital o anal, o la presencia de moretones o lesiones en estas áreas, son señales de alerta.
Regresión: Puede haber una regresión en el desarrollo, como volver a mojar la cama, chuparse el dedo o perder habilidades que ya había adquirido.
Dificultades en la escuela: Problemas de concentración, bajo rendimiento académico o ausencias frecuentes pueden ser indicativos de que algo no está bien.
Comportamientos sexuales inusuales: Actos sexuales inapropiados para su edad, como jugar a juegos sexuales con otros niños, pueden ser un indicador de abuso.
Cambios en la rutina de sueño: Insomnio, pesadillas frecuentes o miedo a dormir solo pueden ser síntomas de trauma.
Evasión de ciertas personas o lugares.
Aislamiento social
Es importante recordar que estos indicadores no son definitivos y pueden ser causados por otros factores. Sin embargo, si se observan varios de estos signos, es fundamental tomar en serio la situación y buscar ayuda profesional. La intervención temprana puede marcar una gran diferencia en la vida de un niño que ha sufrido abuso.
La educación es una herramienta poderosa en la prevención del abuso. Es esencial que los padres, educadores y cuidadores reciban formación sobre cómo identificar comportamientos sospechosos y cómo abordar el tema del abuso sexual con los NNA de manera apropiada para su edad.
Hablar sobre el consentimiento, los límites personales y la importancia de comunicar cualquier situación incómoda puede empoderar a los niños y ayudarles a entender que tienen derecho a sentirse seguros.