
Día Internacional de la Mujer
Melisa Ferradini
Ser mujer es un desafío constante. Es construir desde el amor, sostener desde la fortaleza y avanzar a pesar de los obstáculos. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Salto se prepara para un hito histórico: Ingrid Urroz se convertirá nuevamente en asumir la jerarquía municipal. Pero más allá del cargo, Ingrid es madre, esposa, abuela, docente y militante política, una mujer que ha sabido equilibrar su vocación de servicio con su vida personal, demostrando que el liderazgo también se construye desde el hogar. Como tantas otras mujeres, ha enfrentado desafíos, ha tomado decisiones difíciles y ha sabido transformar cada experiencia en aprendizaje. Su historia refleja la realidad de muchas, aquellas que luchan por sus sueños sin descuidar a quienes aman. En esta entrevista con CAMBIO, comparte su mirada sobre el rol de la mujer en la sociedad, la importancia de la familia y la educación, y el mensaje que quiere dejar en este día tan especial.
MUJERES PROTAGONISTAS

“La política está en cada aspecto de nuestra vida, y las mujeres somos quienes más participamos. Estamos al frente de luchas sociales, en ollas populares, en la defensa de nuestros derechos y en muchas otras actividades. Sin embargo, en los cargos de liderazgo el avance ha sido lento: en 2014, con la Ley de Cuotas, llegamos al 30% de representación y, tras militar la paridad, hoy alcanzamos solo el 35%”, señala. Para Ingrid, ocupar espacios de decisión es un derecho y una responsabilidad. “El logro de una es el logro de todas. Siempre estamos tomando decisiones que afectan a quienes nos rodean, ya sea en la casa, el trabajo, un partido político o una organización social. La política es solo una de las muchas formas en las que podemos ejercer liderazgo. Lo importante es el compromiso con lo que hacemos”.
Ejerciendo la docencia, uno de sus tantos roles.
EL DESAFIO
Sin embargo, el desafío de combinar la vida personal con la política es una constante. “Es una realidad que muchas mujeres enfrentamos: compatibilizar nuestras actividades con los roles de esposa, madre e hija. Pero el apoyo familiar es clave para avanzar en estos espacios”, destaca. Desde su experiencia como docente, también enfatiza la importancia del aprendizaje y el respeto mutuo. “Nada se enseña ni se aprende sin establecer un vínculo horizontal. El conocimiento es un ida y vuelta: yo ofrezco lo que sé, la otra persona lo elabora, me lo devuelve y así nos enriquecemos mutuamente”. Siempre marca un espacio de diálogo y de compromiso para con la mujer de hoy, en virtud de lograr allanar algunas trabas o inconvenientes que aún persisten en la sociedad.
Con su hija, Lucía Suárez Urroz
“Sin un proyecto de vida nada es duradero, construyan el suyo, aprendan, conozcan y ejerzan sus derechos”
En cuanto a sus objetivos, expresa su deseo de dejar un impacto concreto en su gestión. “Me gustaría poner en marcha un espacio de estadía transitoria para mujeres que sufren violencia de género. Es una deuda pendiente en nuestra sociedad”. Finalmente, dirige un mensaje a las nuevas generaciones y a las mujeres. “A niños, niñas y adolescentes les diría que sin un proyecto de vida, nada es duradero. Construyan el suyo, aprendan siempre, conozcan y ejerzan sus derechos. Y a las mujeres, hermanas, no estamos solas. A veces parece que sí, pero aquí estamos. Yo sí, te quiero y te creo”, finaliza.
En una de las actividades de carácter social y polítca.