El debate por las medidas económicas para las zonas fronterizas volvió a tensarse esta semana, luego que desde la oposición se insistiera en que los beneficios que aplican para las ciudades fronterizas con Brasil también deben aplicarse en la frontera con Argentina y que las herramientas vigentes son "paliativos".
El diputado colorado Walter Verri afirmó que las medidas “no son suficientes” porque “las diferencias de precios siempre son considerables”. Señaló que se trata de “paliativos” que permiten “dinamizar la economía local para que los comercios puedan tener más ventas”, pero que no alcanzan para modificar la tendencia de fondo.
Verri sostuvo que el cruce de uruguayos a Argentina para adquirir productos continuará, pero destacó que los mecanismos implementados sí pueden “dinamizar la plaza financiera” y mejorar la actividad comercial. Por eso, reclamó que “hay que aplicar las medidas en todas las fronteras, no solo en la frontera con Brasil”, dado que “las realidades son muy distintas” y requieren respuestas diferenciadas. Remarcó que la brecha de precios con Brasil ronda el 70%, mientras que con Argentina se ubica en torno al 35%, pero aclaró que las comparaciones no deben limitarse a la canasta básica ya que “cuando cruzan la frontera van a buscar productos más caros”. A su juicio, “no vamos a lograr solucionar estas brechas”, pero sí es posible “dinamizar algunos sectores” y amortiguar el impacto económico en las ciudades limítrofes.
LO QUE SE APLICA
Los beneficios para la frontera comenzaron a regir desde el 1º de diciembre con la ley de medidas económicas destinadas a reducir la diferencia de precios con Brasil. La iniciativa del Poder Ejecutivo incluye la exoneración de aportes patronales para nuevas contrataciones y una reducción del IVA mediante pagos con tarjeta de débito. En paralelo, el Banco República resolvió aplicar un descuento del 15% en compras con tarjeta de crédito en comercios del litoral con Argentina.
En una crítica al enfoque del gobierno, Verri afirmó que la administración “aplica un modelo muy economicista, a rajatabla y ortodoxo”, que no toma en cuenta “la realidad de las fronteras, que son muy distintas entre sí”. Para el legislador, las medidas deben ser “más flexibles” y mantenerse “de forma permanente”, porque Uruguay es “un país con distintas realidades” y a las regiones les cuesta “mucho generar desarrollo” y “captar inversiones”.