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Latidos 11-11-2020

TRISTE REALIDAD
La crisis sanitaria, económica y el parate en algunos trabajos zafrales, hace que mucha gente revuelva contendedores y muchas veces solicite comida a algunas pizzerías y restaurantes céntricos, la situación es compleja, principalmente por muchas personas que realizaban trabajos zafrales o “changas” y la emergencia sanitaria hizo que se alimenten fundamentalmente de ollas populares, algo que cada vez se ve más limitado. Es triste ver en los horarios de cierre de los comercios del rubro gastronómico (alrededor de las 23.00 horas los días de semana), como muchos muchachos jóvenes se encuentran revolviendo contendedores, hurgando o aguardando la solidaridad de algún comerciante o cliente, para poder alimentarse.
PARQUES
En ediciones anteriores de LATIDOS, mencionábamos el descuido de algunos espacios públicos, como parques y plazas. Pues bien, es válido indicar que en los últimos días, tanto el Parque Solari, como el Parque Harriague, fueron podados, limpiados y debidamente acondicionados. Si bien son espacios amplios, que es muy difícil mantener en condiciones, es válido resaltar que se están realizando algunos trabajos de acondicionamiento y mantenimiento.
MALAS COSTUMBRES
Ocurre muchas veces más de lo que imaginamos y a veces cuesta asimiliarlo, pero la poca higiene que muestran algunas personas en espacios públicos y calles de la ciudad, a veces resulta incomprensible. Desde tirar bolsas, envoltorios, paquetes de galletitas o alfajores, botellas y demás, en plena calle, cuando a pocos metros hay contenedores o tachos, resulta poco claro. Costumbres que en el primer mundo son sancionadas, y en Uruguay las tomamos con naturalidad.
CONTAMINACIÓN SONORA
No solo la contaminación se da con los residuos, también ocurre la contaminación sonora, que a veces roza la falta de respeto. Motos con escapes “preparados”, publicidad móvil frente a hospitales y salas velatorias, además de la poca empatía con los adultos mayores, forman parte de un combo, para nada destacable. A todo lo anterior se le suma algunos vehículos equipados con equipos de sonido que circulan a veces a altas horas de la madrugada con volúmenes totalmente sobrepasados de nivel. La duda que surge es si las autoridades municipales en algún momento tomarán cartas en el asunto y comenzarán a fiscalizar estos excesos, debido a que en su gran mayoría son molestos.
POCAS SOLUCIONES
Un lector comentó a CAMBIO, que la pasada semana intentó hacer un trámite en un banco de plaza, como es población de riesgo, buscó evitar concurrir al banco y realizó el trámite por teléfono. “Me tuvieron 45 minutos sin dar soluciones, me pasaron de un lado al otro y no me resolvieron absolutamente nada, deberían contratar gente más capacitada o que mínimamente brinde algún tipo de solución. Estamos en emergencia sanitaria y no podemos exponernos demasiado, pero los trámites telefónicos o por internet, dejan mucho que desear”, expresó, ofuscado el habitual lector.