sábado 4 de mayo, 2024
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Pandemia provocó alteraciones en la calidad del sueño, depresión y ansiedad en los niños

La Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) advirtió que la pandemia por covid-19 en Uruguay produjo “alteraciones en la calidad del sueño” de niños, niñas y adolescentes e impactó directamente en su salud mental a través de síntomas de depresión y ansiedad. Si bien los niños y adolescentes tuvieron baja probabilidad de desarrollar cuadros graves de la enfermedad, desde el punto de vista psicológico y cognitivo los impactos de la pandemia en muchos casos serán irreversibles y tendrán consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
TRASTORNOS DEL SUEÑO
Los trastornos del sueño se caracterizan por provocar problemas en relación al hecho de dormir e incluyen la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, tener demasiado sueño o conductas anormales durante el sueño. El insomnio se caracteriza por la dificultad para iniciar y mantener el sueño, o bien la sensación de no haber dormido bien y que esto se alargue, al menos, durante un mes seguido. El trastorno del insomnio es uno de los problemas más frecuentes en los niños y normalmente, con la ayuda de los profesionales sanitarios y de su apoyo se puede tratar y resolver.
ANSIEDAD Y DEPRESIÓN
Muchos niños tienen miedos y preocupaciones, y de vez en cuando se sentirán tristes y desesperanzados. Surgirán miedos intensos en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños a menudo sienten mucha angustia al separarse de sus padres, aunque estén seguros y al cuidado de otra persona. Cuando los sentimientos de miedo y tristeza son persistentes o extremos podrían deberse a ansiedad o depresión. Debido a que los síntomas son principalmente pensamientos y sentimientos, a veces se les llama trastornos de internalización.
La ansiedad puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de la ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, además de síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o dolores de estómago. Algunos niños ansiosos no comunican sus preocupaciones y, por lo tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.