
Por Melisa Ferradini.
La palabra crochet, de hecho, viene del francés antiguo croche y este, a su vez, viene del alemán croc, que significa gancho. La historia del tejido a gancho nos indica que el nombre crochet no se exportó a toda Europa. Actualmente, con las técnicas del tejido a crochet puedes elaborar prendas, objetos decorativos, juguetes o cualquier otra manualidad a crochet que se te ocurra. Además de obtener hermosas piezas artesanales, hoy en día el crochet también es utilizado como método para des estresarse y como una fuente de ingreso para cientos de emprendedores y artesanos. Irene es apasionada por el tejido. Es un excelente ejemplo de cómo con constancia y mucho trabajo se puede transformar un hobby aprendido de su abuela en un negocio y vivir de una pasión.
-¿Cómo define lo que hace?
-Lo que hago es un arte. Tejer a mano es brindarle algo totalmente exclusivo y único con mucho amor a otra persona. El crochet es un tejido que ha existido desde siempre. Es milenario. Siempre se va renovando. Se renueva. Ahora hay una tendencia importante moderna donde se pueden hacer y tejer muchas creaciones para la casa, el hogar, para el día a día. Como que siempre se ha ido reinventando y siempre se ha ido aggiornando para que lo podamos tener entre todos nosotros y seguir disfrutándolo.
-Su relación con el tejido, el origen ¿Dónde estuvo?
-Mi relación con el tejido existió desde siempre. Desde muy pequeña mi abuela me enseño las primeras puntadas. Luego con mi madre aprendí otras. Después los clásicos tejidos, que uno empieza haciendo los cuadraditos para las mantas. La clásica bufanda. Siempre incursioné en el crochet. Intenté las 2 agujas pero bueno no fue algo en lo que pude continuar. El origen del tejido está ahí con mi abuela desde muy niña y siempre como que fui tratando de seguir explorando más. Aprendiendo más puntos, viendo nuevas técnicas y probando nuevas texturas. Es como un mundo infinito. Luego como que uno va viendo y aprendiendo cosas. Luego con la llegada de internet como que uno se abre al mundo. Uno puede tener al minuto al alcance de la mano muchas nuevas técnicas, muchas nuevas opciones y muchos nuevos puntos. Uno puede llegar a cosas nuevas y muy diferentes. Inspirarse en todo eso para poder crear cosas maravillosas.
-¿Pero, como dio con el crochet como modo de vida?
-Durante toda mi vida fui tejiendo. Tengo 46 años y tres hijos. En la medida que fueron creciendo como que fui teniendo un poco más de tiempo y pude seguir tejiendo. Lo hacía para mí, cosas para la casa y bueno con la llegada de la pandemia que tuvo sus cosas malas pero también tuvo sus cosas buenas. De hecho influyo bastante la pandemia. Al tener mucho más tiempo libre como que uno estaba en casa, los chicos estudiaban por las plataformas. Uno como que tenía más tiempo y uno empezó a valorar más todo lo de la casa. Un día dije; me largo con el emprendimiento, pruebo saco fotos, busque mi logo. Mi hermano me dibujo las flores, mi cuñada me ayudó mucho con el diseño del logo. Ellos me ayudaron mucho y me impulsaron y bueno de ahí poco a poco Las dalias fue tomando forma y el emprendimiento en enero cumple 2 años. Abrí mi página de internet le puse el nombre con el logo divino. Comencé a subir fotos de mis tejidos y bueno gracias a Dios hace 2 años que comencé y nunca he parado. Nunca paree de tejer.
“Lo mágico de crochet es hacer cosas únicas y pensadas para cada cliente”
-¿Qué siente que es lo más poderoso de su oficio?
-Lo más poderoso que tiene mi oficio es poder crear con mis manos algo totalmente único y pensado para esa persona. Yo en el 90% lo que más tejo son materas a crochet. Uso el trapillo que es un material 100% reciclable. Es decir al tener también estas materas estamos ayudando al medio ambiente porque es un producto 100% reciclado. Entonces el trapillo viene de los excedentes de las grandes fábricas. Se importa de Turquía. Antes todos esos excedentes de tela se tiraban. Maravillosamente a alguien un día se les ocurrió cortarlos y ovillarlos y a otra persona también se le ocurrió empezar a tejer y de ahí nació todo el tema del trapillo. El crochet se puede tejer con hilo, con lana, con cordones, etc. Yo trabajo el trapillo y con eso se pueden lograr prendas y objetos únicos con sentido como lo llamo yo. Lo más poderoso es eso justamente el hecho de tener en las manos de cada uno algo totalmente único y tejido pensando en esa persona.
-Su emprendimiento personal Las Dalias, ¿cómo la define y porque se decidió por ese nombre?
-Las Dalias es mi amor es mi cuarto hijo. Fue creado desde el principio todo por mí. En Las Dalias soy yo la que hago todo. Desde ver que voy a tejer, hablar con los proveedores, elegir el trapillo comprarlo, tejer. A veces la gente ve solamente el tejido, pero el tejido es solo una parte. En un emprendimiento tienes muchas otras cosas para hacer. Las fotos de mi emprendimiento las hago y las elijo yo. Soy todo. Mi emprendimiento es muy mágico. El nombre es por mi abuela que fue la que me enseñó las primeras puntadas y a ella le gustaban mucho las dalias. Entonces tras un largo debate con mi hermano que es muy creativo decidí ponerle ese nombre. En honor a mi abuela Ana.
-¿Cómo es el día a día de una profesional del crochet?
-Lo de profesional de crochet me queda un poco grande. El día a día es muy agitado. Necesitaría más horas para poder tejer todo lo que veo. Gracias a internet hay tanta información que a veces uno quiere tejer todo. El comienzo del día es desde muy temprano desde llevar a mi hijo hasta organizar las tareas de mi casa. Básicamente tejo en la tarde, donde me organizo, contesto los mensajes, etc. Me conecto con mis clientes frente a los pedidos y lo que ellos desean de cómo quieren el producto.
-¿Cómo está el mercado actualmente para sus productos?
-Desde que comencé hace 2 años no he parado de tejer. Tengo pedidos de aquí a un mes agendados. Gracias a Dios no he parado de tejer. Yo creo que la gente está apuntando cada vez más a lo artesanal. Es algo totalmente único y no esta industrializado. Mis productos tejidos son únicos y exclusivos.
Sus trabajos en crochet
