
Por Melisa Ferradini.
Quienes se inician en la zumba, pronto dejan de verla como una simple rutina física para convertirla en un estilo de vida. Las razones son muchas, pero quizá la más importante es el sentido de comunidad que desarrolla entre quienes acuden a las clases, pues entre música, baile y ejercicios, construyen vínculos emocionales que terminan siendo una de las mayores motivaciones para seguir asistiendo. Magdalena Aquino tiene 45 años. Tiene 2 hijos; Agustina Blanco es Profesora de Idioma Español e Instructora de Zumba y Gastón Blanco es Director de Empresas y está estudiando para Contador Público. Comparte el privilegio de compartir la pasión con su hija. Encontrar algo que les guste teniendo una diferencia generacional grande. Hay un disfrute entre ellas, ser Instructoras de zumba las dos. Una pasión que siente y está muy agradecida a sus mentores; los profesores Sergio Ferreira y Silvia Puigvert.
-¿Por qué decidió ser instructora de zumba?
-Por pasión porque esto se convirtió en una pasión. Yo fui alumna de zumba durante 4 años del Instructor de zumba, Sergio Ferreira hoy mi amigo y mi colega. Amaba sus clases. Después de haber tomado por tiempo ininterrumpido las clases de zumba y ver que me encanta que me des-estresa me gustó la idea de ser parte de quien brinda eso. De darle a las personas que van a zumba algo de alegría y diversión y también ayudarlas a realizar los ejercicios que a veces nos cuenta tanto. Sobre todo a las que pasamos los 40 años. Se nos torna difícil comenzar a hacer ejercicios. Soy joven pero soy grande y se puede ser Instructor después de grande. Disfrutarlo y empezar a mover el esqueleto como decimos nosotros.
-¿Cómo fueron los inicios?
-Hace muchos años que trabajo en una Cooperativa de consumo de nuestra ciudad. Hace mucho tiempo que trabajo sentada en un escritorio. Los últimos 5 años de mi vida antes de comenzar zumba los pase literalmente sentada. Del escritorio al auto o la moto y a casa y viceversa. Tuve una amiga que estuvo todo un año invitándome para ir a zumba. Sin contar que caminar una cuadra era un suplicio. Tengo que hacer algo me dije y entonces gracias a esta amiga comencé. Pensaba que no era para mí y que no iba a coordinar, lo veía y me encantaba pero pensaba que no iba poder con eso. Un dia fui y vi la energía que trasmitía el Instructor, una energía especial. Me encantó. Probé y hasta el día de hoy no he parado.
-¿Qué elemento diferenciador diría que tienen sus clases?
– La diferencia de una clase de zumba la hace la energía del Instructor. Tiene que haber un feeling. Todos los alumnos tienen que sentirse cómodos con el Instructor y tiene que haber una conexión. De lo contrario por muy lindo que bailes, por mucha destreza que muestres en la clase no va a pasar más de ahí. Porque se necesita un momento. Uno se desconecta del dia a dia. Pero es un momento de conexión con el instructor, con la música, con el movimiento. Lo haces de una manera inconsciente pero tiene que existir. Se necesita si no hay una conexión los alumnos no te van a elegir. La energía de cada uno de los instructores es lo que te va mostrando que atrae o la aparta a la gente. El lugar, la zona y el horario también tienen que ver.
-¿Cómo cree que evolucionará esta disciplina dentro de unos años?
-Esto es una evolución de continua. Nosotros siempre estamos en capacitaciones. Siempre estamos aprendiendo. No es que te convertís en Instructor y ahí quedo. Hay que seguir capacitándose. La marca te da muchas posibilidades de mejorar en todo lo que tenga que ver con lo que hay en el momento. Los ritmos van cambiando, la zumba tiene su fórmula.
Y tenemos que mantenerla dentro de lo combinable en lo que tiene que ver en los ritmos. Es muy libre para elegir los ritmos pero hay una fórmula que tenemos que seguir. Porque usamos una marca. Recibimos todos los meses materiales. Vos lo creas porque te gusta crear una coreografía para crear sino no hay problema recibís el material donde contiene la música con derecho de autor y las coreografías. Seguro va a seguir creciendo esta actividad.
“Lo fundamental de hacer zuma es el cambio de energía, se termina cansada pero feliz”
-¿Cuáles son los beneficios más importantes para nuestra vida al practicar zumba?
-Primero y fundamental es el cambio de energía. Vos podes llegar a una clase de zumba sumamente agobiado del día, del cansancio, del trabajo vos sabes que en esa hora va a cambiar todo. Vas a entrar a clase súper cansada y va a salir súper cansada pero súper feliz. Vas a gastar esa energía, vas a soltar las malas vibras que se pudieron acumular durante el día. Esa hora será tu hora. En esa hora vos estas para vos. Por y para vos. Es fundamental este ejercicio para la salud. Vas a aprender a coordinar brazos y piernas. Zumba es fácil de realizar. Te ayuda a quemar calorías. Una clase de zumba dura entre 45 minutos a 60 minutos.
-¿Cómo se prepara una clase para que sea divertida, dinámica y única y cuanto es el tiempo de la misma?
-Para una clase de zumba tiene una fórmula que son 4 ritmos básicos. Tiene que si o si estar para que sea una clase. Es lo que nos enseña. Después cada uno le pone la impronta personal. A su manera y a su energía. Tiene que haber si o si merengue, salsa, cumbia y tiene que estar el reggaetón. Hay otros ritmos que se pueden combinar; bachata, flamenco, etc. Zumba es latino. Tiene que haber variedad de ritmos. Hay que intercalarlos. Tenemos que controlar el ritmo cardiaco. Por eso subimos y bajamos los ritmos. Hay que cuidar mucho el tema de la respiración y la pulsación.
