viernes 26 de abril, 2024
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Navidad es amor

Gerardo Ponce de León
Por

Gerardo Ponce de León

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Por Gerardo Ponce
De León
Después de varios miércoles que no salen mi contacto, que me costó un tirón de orejas del director del diario, teniendo los escritos pronto y no tiene la culpa la tecnología sino que tengo muy poca empatía con ella y no me permitía enviar al diario los escritos.
En uno de ellos, escribía sobre el ejemplo de vida, de entrega, disposición de dos sacerdotes: Juan Andrés Verde y Martín (mi hermano) que no tiene nada que ver la relación sanguínea con el ejemplo que nos dan.
Sé que no son los únicos, gente que traban en silencio y no lo sabemos, pero en estos dos casos, recientemente, a uno de ellos (Verde) un diario capitalino le realizó un reportaje y ahí supe lo que estaba haciendo.
Es la presencia de Jesús en la tierra, ellos lo saben y tratan de seguir las enseñanzas y son capaces de saber mirar a su costado llevando un carro cargado de ejemplo que arriba mencioné. Muchas pensamos que lo que hacemos es algo que es superior, bárbaro, y frente a lo que hacen, en algo nos tenemos que dar cuenta que no es nada.
Nuestro error es equivocarnos, sentirnos que somos un ejemplo cuando no somos nada que equivocarnos el significado de la palabra caridad y damos lo que nos sobra y no lo que nos hace falta.
Ustedes dirán que no escribo, estando a días de la Navidad que no escribo sobre ella, pero si se mira una balconera verán que dice “Navidad es Jesús” y lo que realiza esta gente es Navidad, sin darnos cuenta, estamos haciendo Navidad.
Cuando nosotros lo hacemos nos olvidamos de la Navidad, y buscamos “nuestra fiesta” y pierde todo valor nuestro obrar, nos olvidamos del prójimo, nos olvidamos de Jesús, dejamos de lado lo que tiene que hacer un verdadero cristiano.
Pienso yo, creo que una gran mayoría de nosotros tenemos la costumbre de este olvido pero la culpa la tiene el egoísmo que es normal en nosotros dado que no miramos a nuestro lado y es más fácil y más cómodo, no tenemos que hacer ningún sacrificio.
Es muy capaz que sea una idea personal y esté errado, pero son muchos los ejemplos que uno ve, vive y es muy difícil de sustituir a la gente que obra como esta dos personas que nombré al comienzo de este escrito, sabiendo cómo les escribí al comienzo de gente que desconocemos y hacen una gran obra silenciosamente.
Miren que no soy quien para medir lo que hacen los demás, dado que el primero que tiene que cambiar es uno y no es fácil, uno reconoce sus defectos, vemos los errores, pero es más cómodo y estamos acostumbrados a hacerlo de una forma y cuando me piden cambiar, me cuesta una enormidad hacerlo, me quedo quieto y espero que otro ocupe mi lugar.
Dentro de todos mis escritos podrán decir que soy reiterativo en la forma que encaro a la caridad, pero es mi forma de ver y sabiendo mi error me cuesta cambiar.
Cuando uno conoce gente que se dan a los demás, y para colmo de males lo hacen calladamente, los admiro y trato de imitarlos pero me gana la comodidad, la facilidad y no cambio nada y veo la entrega que este tipo de personas hace y me da rabia contra mí mismo, por mi tozudez y lo que me cuesta cambiar.
¿Será que me equivoco?, ¿Piensa igual?, Navidad es sacrificio, entrega, aceptación y lo más importante: es AMOR.