viernes 26 de julio, 2024
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Pérdidas directas por la sequía de 2022-2023 alcanzaron el 39% del valor agregado agropecuario

La Oficina de Planeamiento y Politicas Agropecuarias (OPYPA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) ha revelado las cifras sobre los efectos del déficit hídrico en la producción agropecuaria uruguaya para la temporada 2022-2023. Las pérdidas directas estimadas, de 1.883 millones de dólares, representan un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y cerca del 39% del valor agregado agropecuario.
Lechería
En el sector lechero, la sequía ha desencadenado un aumento significativo en los costos de suplementación del ganado, elevando el precio de producción. Además, la producción de leche a nivel primario disminuyó drásticamente, alcanzando su punto mínimo en febrero de 2023 con una reducción del 9,3% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Según el Instituto Nacional de la Leche (INALE), las pérdidas para el sector lechero primario se estiman en 136 millones de dólares. El seguimiento satelital de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (CONAPROLE) reveló que la menor producción de pasturas y cultivos forrajeros impactó en el consumo de suplementos, generando un costo adicional de 5,4 centavos de dólar por litro producido.
Ganadería
La ganadería de carne no escapa a las consecuencias de la sequía. Se estima una pérdida de 287 millones de dólares, atribuible a la menor preñez y al consecuente menor volumen de faena. La caída del entore en un 4% y una reducción del procreo del 15% se traducen en 455,000 terneros menos que afectarán los futuros ciclos ganaderos.
La pérdida estimada por un menor volumen faenado en el ejercicio actual es de 50 millones de dólares, aunque la faena proveniente de ganado de corral ha mitigado en parte este impacto. La pérdida de peso del ganado en el campo, la necesidad de mayores costos para el mantenimiento de los animales y la falta de agua en los predios han contribuido a este escenario.
Praderas Perdidas
El desafío de proveer alimento para el ganado ha llevado a una pérdida del 35% del área de praderas. Los productores han sembrado el 70% de esa área con verdeos de invierno, generando un costo de sustitución de praderas perdidas de 145 millones de dólares. Aunque las estimaciones del Instituto Nacional de Semillas (INASE) indican un aumento significativo en la importación de semillas forrajeras, las preocupaciones persisten.
Suplementación
Las importaciones de alimentos para animales han experimentado un incremento del 76% en comparación con el año anterior, totalizando 435 millones de dólares entre octubre de 2022 y setiembre de 2023. Este aumento se explica tanto por el mayor volumen adquirido, duplicando la media de los últimos tres años, como por precios más elevados de estos productos. Los costos incrementales hasta septiembre de 2023 por el efecto de la sequía ascienden a 252 millones de dólares.
Agricultura de Secano
En el ámbito de los cultivos de secano de verano, las pérdidas son desalentadoras. Se estima un costo directo de 1.098 millones de dólares, atribuido principalmente al área no cosechada y a la disminución de la productividad. La soja y el maíz, pilares de la agricultura uruguaya, se ven afectados significativamente. La falta de agua ha mermado la productividad de la soja a niveles históricamente bajos, generando pérdidas por 832 millones de dólares. Del mismo modo, el maíz registra una caída del 50% en la productividad, con pérdidas directas de 266 millones de dólares.
Arroz
Aunque el arroz ha sorteado parcialmente los estragos de la sequía, las represas en el este del país están lejos de su capacidad total. Se estima una pérdida de 2.000 hectáreas no cosechadas, aunque la productividad promedio se mantiene en niveles históricos. Sin embargo, las preocupaciones se centran en la zafra actual (2023-2024), donde la acumulación de agua para riego se ha visto comprometida.
Hortifruticultura
La hortifruticultura no escapa al impacto de la sequía, manifestándose en calibres irregulares, menor calidad y rendimientos reducidos. Los problemas de quemado por el sol, deshidratación y podredumbre afectan la producción, generando escasez y aumentos de precios en productos clave como tomates, morrones, papas y zanahorias. Las pérdidas en frutales de hoja caduca ascienden a 35 millones de dólares.
Viticultura
Los viñedos, mayormente dependientes de la lluvia, presentan síntomas severos de déficit hídrico. Se proyecta una merma del 28% en la producción, valuando las pérdidas en 12 millones de dólares. A pesar de ello, la calidad de la uva se mantiene, y se espera que la producción de vinos no se vea gravemente afectada debido al stock disponible.
Forestación
La temporada se caracterizó por un alto riesgo de incendios, resultando en la quema de 2.400 hectáreas y pérdidas importantes en plantaciones de primavera.
Las pérdidas anuales en el crecimiento de plantaciones comprometen la futura disponibilidad de madera, generando un costo estimado de 162 millones de dólares.