Por Pablo Perna
Esta semana concurrimos a las jornadas organizadas por la Asociación de Abogados de Salto sobre “Estafas en Línea” o comúnmente llamados “delitos informáticos”, donde participaron colegas panelistas especialistas en Derecho Penal de Argentina, México y República Dominicana. Hemos recibido de forma asidua consultas y reclamos por personas que son estafadas o extorsionadas mediante redes sociales y WahtsApp, donde las modalidades de engaño se repiten por lo menos en los cuatro países que intervinieron en dicha jornada.
Las modalidades más comunes de estafa son las que realizan jaqueando información bancaria de los clientes y mediante engaño con plataformas o correos electrónicos con el mismo formato del banco, obteniendo las claves del toquen para recibir préstamos o transferir dineros. Los estafadores contratan a personas llamadas “mulas” para que abran una cuenta bancaria que será la destinataria del dinero obtenido mediante engaño, una vez el dinero en la cuenta de la “mula”, este debe retirar rápidamente el dinero antes de que el usuario estafado realice la denuncia e intervengan dicha cuenta, la mula quedara con una parte del dinero robado y el resto se la entregara al estafador, cuyo nombre utilizado es falso y rastrearlo es prácticamente imposible.
En el Uruguay se registraron desde el 2020 al 2023, más de 2.300 estafas bancarias en esta modalidad, donde generalmente las más vulnerables a estas estafas son adultas, que generalmente son sus únicos ahorros para tratamientos de salud o precaución en los últimos años de vida o jubilados y pensionista que le obtienen préstamos en 20 o más cuotas quedando sin sustentos mensuales.
Otras de las maniobras son las provocadas por el estafador que entra en contacto con la víctima y comienzan a intercambiar mensajes eróticos, solicitando envío de fotos de las partes íntimas una vez que la víctima envía el material el extorsionador se hace pasar por el padre o por un Fiscal u otra autoridad, diciendo que la persona que le envió el material era menor y que lo denunciarían o que difundirían sus fotos sino entrega a cambio sumas de dinero. Existen variadas modalidades de estafa, las mencionadas son las más comunes, la situación se empeora cuando los delincuentes se domicilian fuera del Uruguay.
¿El Estado uruguayo que hace en protección a estas víctimas? No existe hoy en el Uruguay maneras eficientes para el combate al Delito informático, existiendo en algunos casos vacios legales y en otros normativa muy básica como la ley de protección de datos personales (ley 18.331), o delito de revelación del secreto profesional (Art. 302 CP) o de Estafa (Art. 347), entre otras o la media sanción del Convenio de Budapest que persigue internacionalmente los delitos cibernéticos. Por otra parte la jurisprudencia ha fallado a favor de los Bancos, cuando estos deberían ser responsabilizados por garantizar los depósitos bancarios o revertir la carga de la prueba como es en México a la hora determinar la responsabilidad de cada una de las partes.
De todas maneras, si bien la victima generalmente no denuncia por vergüenza o temor que difundan material privado, siempre es recomendable denunciar de manera inmediata en la seccional policial más próxima, lo cual deberían ser abordados por personal especializados en la materia, evitando males mayores y contribuyendo a engrosar el banco de datos de las personas que se ocupan de estas maniobras fraudulentas. A tener cuidado y dudar de todo antes de ser estafado.
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