Durante la semana del 27 de abril al 3 de mayo, la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) presenció una operativa agrícola dividida debido al feriado por el día de los trabajadores, mientras el otoño avanza con sus propios desafíos para el sector.
En el ámbito de las hortalizas secas, la situación ha sido variada y compleja. La oferta, calidad y precios de este grupo han mostrado una diversidad considerable.
Papa
La producción nacional de papa enfrenta dificultades para satisfacer la demanda de alta calidad, lo que podría impulsar a los consumidores hacia productos industrializados importados, a pesar de sus cuestionamientos alimentarios.
La falta de papa importada agrava la situación, y las expectativas de un aumento en la oferta a corto plazo no son optimistas debido a las condiciones climáticas desfavorables que han afectado el desarrollo de los tubérculos en las principales zonas de producción.
Kabutía y Calabacín
Por otro lado, el excedente de zapallo Kabutiá y, en menor medida, de calabacín, ha generado presiones a la baja en sus precios, así como una colocación difícil y lenta en el mercado.
Zanahorias
En contraste, la presencia de zanahorias importadas de la región ha aliviado parcialmente la demanda nacional.
El inicio de la zafra del litoral norte se ha retrasado levemente, aunque se espera que comience en los próximos días. Sin embargo, las condiciones climáticas no han sido las ideales, lo que sugiere una cosecha discreta y precios estables para las zanahorias.
Cebolla
En cuanto a la cebolla, se observa una presión en la oferta, posiblemente relacionada con problemas de conservación poscosecha, aunque por ahora se mantiene un abastecimiento adecuado en el mercado.
No obstante, se ha detectado una incidencia significativa de defectos, como podredumbres, en las partidas ofrecidas.
Ajo
Finalmente, la escasez de ajo de calidad superior ha generado sospechas entre algunos operadores sobre el origen de las partidas con mejor calidad.
