viernes 26 de julio, 2024
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Dariela Balbi: más de 20 años en la crónica de los eventos sociales que marcaron una época en Salto

Por Melisa Ferradini.
Dariela Balbi, conocida por “Yaya” nació y se crió en Salto. Tiene 84 años. Es hija de madre salteña de profesión maestra en la Escuela Nº 13 y de padre nacido en Concordia, Argentina. Vivía junto a su Mamá y sus tías en Salto en calle Uruguay 1269 y con su Papá en Concordia. Cuando comenzó a estudiar en la escuela primaria se trasladó a Concordia donde la finalizó. Luego estudió Magisterio en la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”, donde obtuvo el título de Maestra. Nunca pudo trabajar de maestra efectiva porque no pudo obtener la carta de ciudadanía, por ello realizaba suplencias. Trabajó durante 20 años en CAMBIO como columnista en el área social realizando las crónicas y actividades más importantes de nuestra sociedad. En el marco de los 40 años de CAMBIO Dariela nos cuenta sus comienzos, su trabajo y cuál es su sentir de haber sido parte del equipo periodístico.
SUS COMIENZOS
Cuenta que comenzó trabajando en diario por una amiga que trabajaba en otro diario y tenía que realizar suplencias. Realizaba las notas sociales. “Mi amiga no tenía quien la supliera mientras salía de licencia y pensó en mí. Me lo propuso y yo acepté”, nos cuenta. La primera suplencia fue entre 15 a 20 días no lo recuerdo muy bien, relata. Mis comienzos en CAMBIO fue a través de Perlé Silveira, ella trabajaba ahí y llevaba adelante las crónicas sociales. Se entera que yo había realizado suplencias y me habló para que la ayudara en su trabajo. Consistía en concurrir a las Iglesias donde se realizaban los casamientos, un lugar que para Perlé le quedaba lejos de donde vivía pero que para mí no. Lo mismo me pasaba cuando las fiestas se realizaban en el Club Salto Uruguay o en Club Uruguay. Ella me encargaba realizar las crónicas sociales yo lo hacía y se la cubría. Sucesivamente con el paso del tiempo me encomendaba otro tipo de eventos, como por ejemplo; cumpleaños, bautismos, aniversarios, etc. Me pasaba de quienes eran y yo averiguaba quienes lo realizaban y escribía la crónica social. Así fueron mis comienzos de trabajo junto a Perlé.”, señaló.
LA ESCRITURA A MANO
“En aquel tiempo CAMBIO contaba con computadoras pero yo escribía todo a mano. Hasta que después como yo sabía escribir a máquina me interioricé en la computadora. Todos los días realizaba mi trabajo, no como ahora que con la tecnología lo podés enviar por mail. Antes estabas en el evento y una persona allegada te contaba por ejemplo si era un casamiento y estaba en la Iglesia lo que había acontecido en el civil. A veces en alguna ocasión te invitaban a la fiesta para que de primera mano supieras como había acontecido y contaras detalles del mismo. Como estaba vestida la novia, las madrinas, el decorado, las más elegantes, etc. Eran otros tiempos tan distintos a los de ahora, las crónicas sociales eran lo más importante y todos querían que su fiesta estuviera en las crónicas sociales del Diario”, detalla. “Mi página consistía en la nota de fondo casamiento o la celebración de 15 años y después los cumpleaños. No era como ahora que la información y los datos son inmediatos. Antes no se accedía de manera tan fácil a cierta información”, relata. Era normal que se invitara a las cronistas de sociales en mis tiempos. Ahora no todo, con las redes sociales accedes a la información enseguida”.
EL ANTES Y EL DESPUÉS
“En mi época contar como era la fiesta y como estaban vestidas era lo más importante. A vedes tenía el mismo día 3 fiestas. Mi presencia era importante y se sabía que si estaba iba a salir en el diario. Todos me atendían y me hacían sentir bien. Son muchos años y me pasaron muchas anécdotas que son imposibles de contar. Tenías que estar atentos a que por ejemplo los padres de la quinceañera no estuvieran separados. Los nombraba cada uno por su lado. No recuerdo haber tenido un problema por ese tema pero sinceramente no lo recuerdo”, relata. “Los 20 años de trabajo en cambio han sido muy gratificantes e importantes para mí. El trato con la gente, que te conocen por la calle y te saludan y te felicitaban por tu trabajo”.