
Por Andrés Torterola
En una actividad sobre herramientas para el abordaje del abuso sexual infantil realizada en el Palacio Córdoba, CAMBIO entrevistó al Juez Penal Paulo Aguirre. En este contexto, el magistrado indicó que en el Poder Judicial no se llevan estadísticas específicas y que las investigaciones las realizan los diferentes turnos de fiscalía, además de contar con una fiscalía especializada en violencia de género y delitos sexuales, creada recientemente. Aguirre señaló que, del trabajo diario en los diferentes despachos judiciales, se puede deducir que existen numerosos casos de denuncias de abusos, no solo contra personas mayores de edad en vía pública, casos que en su mayoría están resueltos, sino también contra niños y adolescentes.
ACCIÓN ANTINATURAL
El juez Paulo Aguirre afirmó no saber cuantificar la cantidad de casos, pero aseguró que se trata de un número realmente importante. Agradeció los diferentes eventos que se realizan en este sentido, ya que representan una movilización ciudadana que apunta a la prevención de este tipo de delitos.
El abuso sexual es un fenómeno multicausal, pero aquellas personas que atentan contra niños y adolescentes, forzándolos con una red de mentiras, regalos, amenazas e intimidaciones, obviamente cometen una acción antinatural que merece un abordaje y un tratamiento específico.
Dentro del sistema carcelario, se brindan atenciones de salud según las necesidades de los reclusos. En los casos de salud mental, es necesario que haya una descompensación significativa de la persona privada de libertad para que se le proporcione tratamiento.
CONCIENTIZACIÓN Y PREVENCIÓN
Aguirre mencionó que en Uruguay no existe una institución carcelaria dedicada exclusivamente a personas que han cometido delitos sexuales. En su lugar, en todas las cárceles hay módulos específicos. Los presos son divididos de acuerdo con el tipo de delito o la complejidad del mismo, y existen módulos destinados a los casos de delitos sexuales. El juez penal de Salto subrayó la necesidad de aumentar las actividades de difusión que proporcionen herramientas de prevención. Destacó que la concientización y la prevención son fundamentales para combatir el abuso sexual infantil. Las actividades públicas generan conocimiento, permitiendo que todos aprendan de las diversas experiencias y del conocimiento de los profesionales. Enfatizó que, para prevenir este tipo de delitos, es esencial educar a la comunidad. Las campañas de concientización no solo informan sobre los riesgos y señales de abuso, sino que también enseñan a la sociedad cómo actuar y proteger a los más vulnerables. La educación y la prevención deben ser una prioridad para abordar y reducir la incidencia de estos delitos.
REALIDAD
Los datos recabados en territorio por los equipos itinerantes de El Paso, Gurises Unidos y el Programa Travesía suman más de 400 casos hasta el mes de noviembre de 2023.
La explotación sexual comercial es una de las peores formas de violencia, que transforma a niñas, niños y adolescentes en mercancía: un producto vendible para adultos que buscan la satisfacción de sus deseos de poder, sometimiento y gratificación sexual. Además, constituye una violación a los derechos humanos penada por ley. Esta forma de dominación se basa en una relación desigual de poderes; en un mercado donde las niñas, niños y adolescentes son privados de sus derechos y cosificados. De acuerdo a las cifras presentadas, la explotación sexual hacia niños, niñas y adolescentes es un fenómeno en crecimiento desde el año 2010. Con 494 casos, alcanzó su mayor expresión en el 2021.