lunes 2 de diciembre, 2024
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CNFR propone la inclusión productiva y una politica tributaria diferenciada para la producción familiar

La Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) ha presentado un documento con varias propuestas a los candidatos a la presidencia, abordando, entre otros, tres pilares claves para el desarrollo y sostenibilidad de la producción agropecuaria familiar en Uruguay: la inclusión productiva, comercial y social; una política tributaria diferenciada; y una mayor inversión en infraestructura y servicios rurales.
Estas medidas son parte de un esfuerzo integral para garantizar la viabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones familiares, cuyo rol es esencial para el abastecimiento de alimentos, la generación de empleo y la distribución de la riqueza en el país.
Inclusión productiva, comercial y social
Uno de los grandes desafíos para los productores familiares en Uruguay es mejorar su inserción en los mercados y aumentar su competitividad. En este sentido, la CNFR plantea la necesidad de apoyar la industrialización de los productos primarios generados por los productores familiares, con el fin de agregar valor a su producción y facilitar su acceso a mercados más amplios y diversificados.
Este enfoque incluye promover planes de negocio orientados a la creación de escala, el desarrollo de productos diferenciados (como aquellos con denominación de origen, agroecológicos o de baja emisión de gases de efecto invernadero), y la acortación de las cadenas comerciales, acercando a los productores a los consumidores finales.
Asimismo, la propuesta destaca la importancia de perfeccionar los mecanismos de acceso a compras públicas, ampliando la diversidad de rubros y productos que los pequeños productores pueden ofrecer.
Esto no solo facilitaría el acceso de los agricultores familiares a un mercado estable, sino que también contribuiría a la diversificación de la economía rural, potenciando su sostenibilidad a largo plazo. Además, se prevé la creación de mecanismos de seguro de precios, que brinden a los productores una mayor estabilidad frente a las fluctuaciones del mercado.
Otro aspecto relevante es el impulso a los circuitos cortos de comercialización, como mercados de cercanía, ferias y canastas de productos locales, que permiten a los pequeños productores vender directamente a los consumidores, mejorando su margen de ganancias y promoviendo un comercio más justo y equitativo.
Política tributaria diferenciada
La producción familiar en Uruguay enfrenta una serie de dificultades financieras que se ven agravadas por las cargas impositivas. Con el objetivo de aliviar esta presión, la CNFR ha propuesto una política tributaria diferenciada para los productores familiares, que incluya exoneraciones fiscales y estímulos a la co-innovación.
Estos incentivos estarían dirigidos a aquellas unidades productivas que incorporen prácticas que contribuyan a la sostenibilidad ambiental, promoviendo el cumplimiento de los compromisos climáticos asumidos por el país.
Además, la propuesta incluye la modificación de la ley de promoción de inversiones, de manera que los contribuyentes del IMEBA (Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios) también puedan beneficiarse de estímulos fiscales. Este enfoque busca que los pequeños productores accedan a los mismos beneficios que actualmente se otorgan a las grandes empresas, nivelando así las condiciones para el desarrollo de la producción familiar.
La política tributaria diferenciada no solo se presenta como un mecanismo para aliviar las cargas impositivas, sino también como una herramienta para incentivar la adopción de prácticas productivas más sostenibles y tecnológicamente avanzadas, promoviendo así un modelo de producción más competitivo y resiliente.
Inversión en infraestructura y servicios rurales
La infraestructura deficiente y la falta de servicios esenciales en las áreas rurales han sido históricamente una de las principales barreras para el desarrollo del sector agropecuario familiar en Uruguay.
Ante esta realidad, la CNFR propone una inversión significativa en infraestructura, dirigida no solo a mejorar las condiciones de vida en las comunidades rurales, sino también a potenciar las oportunidades de desarrollo productivo.
Entre las prioridades planteadas está la construcción de infraestructura en organizaciones de productores, facilitando la transformación y el agregado de valor a los productos primarios, así como la mejora en el acopio y la comercialización. Esta inversión permitirá a los productores no solo mantener su competitividad en los mercados locales e internacionales, sino también asegurar la calidad de sus productos.
La propuesta también incluye la promoción de servicios asociados a la calidad de vida en el medio rural, tales como salud, educación, cultura, recreación y conectividad. La CNFR enfatiza la importancia de brindar acceso a una atención integral de la salud, con especial atención a la salud mental, dado que las comunidades rurales suelen enfrentar barreras para acceder a estos servicios. También se subraya la necesidad de mejorar la caminería rural, fundamental para asegurar la movilidad de personas y productos, y potenciar el desarrollo local.