Dr. Fulvio Gutiérrez
Los resultados de las elecciones nacionales celebradas el pasado domingo, tuvo una serie de particularidades, que, a su vez, llevaron a los “opinólogos” interesados de siempre a sacar absurdas conclusiones. Pero, además, en la búsqueda de esas conclusiones, se hicieron comparaciones en base a criterios diferentes. Como buscando siempre la fórmula que les diera la razón a sus elucubraciones.
Estaba muy claro que el enfrentamiento principal para la gente, era entre los votos que obtuviera el FA, y los votos que obtuviera la Coalición Republicana. Pues bien, ganó la Coalición Republicana por tres puntos. Con el mismo error, en las redes se publicó un mapa del Uruguay, indicándose que el FA había ganado en doce departamentos, el Partido Nacional en seis departamentos, y el Partido Colorado en uno. Pero para llegar a esa conclusión, no se tuvo en cuenta el criterio de enfrentar “coaliciones”, sino de comparar los votos del FA, con los votos de cada uno de los otros partidos. Esa forma de calcular, no es la que señalábamos de enfrentar los votos del FA con los de la Coalición Republicana. Entonces siguiendo el criterio anterior, la Coalición Republicana ganó en diecisiete departamentos, y el FA ganó solo en dos (Montevideo y Canelones), porque perdió Salto. Hay que ser coherente, no solo en el criterio que se emplea en cada comparación, sino porque no estamos en una elección departamental o municipal. Esa será el segundo domingo de mayo del año que viene. Y ahí se verá.
Después, se comenzó a hacer hincapié, en que el FA había obtenido mayoría en el Senado, como si eso fuera una dificultad absoluta para que la Coalición Republicana pudiera gobernar, en el caso que Delgado ganara el balotaje. Absurdo. Claro que, para cualquier gobernante, tener mayoría parlamentaria facilita el gobierno. Pero si no la tiene, eso no significa que se encuentre impedido de gobernar, más allá de las dificultades en encontrar consensos. La política, es en su esencia, el arte de dialogar, de buscar acuerdos, de transar en la búsqueda de decisiones. Este principio es la base de todo gobierno, y todos lo saben.
Por otra parte, en ese juego de facultades de contralor de los poderes del gobierno, bueno es recordar que, en nuestra Constitución, está la facultad del Presidente de la República de vetar las leyes que apruebe el Parlamento, y si bien la Asamblea General puede levantar ese veto, precisa los 3/5 de componentes o sea 78 legisladores, y el FA tiene 64 legisladores. También se ha dicho que el FA podría obstaculizar la designación de los directores de los Entes Autónomos y de los Servicios Descentralizados, en base a la mayoría en el Senado. No va a ser así. El art 185 de la Constitución, establece que esos directores, son designados por el Presidente de la República, y que la venia del Senado requiere 3/5 de los componentes, o sea 18 integrantes. Ya lo dije, el FA tiene 16 senadores. Es decir, no le da, y cuando eso ocurre a nivel parlamentario, se sale del paso con acuerdos políticos entre el gobierno y la oposición. A veces, esos acuerdos no se dan, como la integración de la Corte Electoral y del Tribunal de Cuentas, pero los órganos siguen funcionando, y no se ha violado ninguna norma.
En verdad, todas estas disquisiciones, surgen de una diferencia importante que existe entre el FA (que es una coalición política y jurídica), y la Coalición Republicana, que es una coalición política. El error estuvo, y está, en que la Coalición Republicana no se institucionalizó, no se registró como tal, no creó sus órganos propios, no creó su lema propio. Y por esa omisión, perdió legisladores cuando se aplicó sistema de “restos”, porque las leyes electorales exigen esa institucionalización y ese registro de un lema propio. Si la Coalición Republicana hubiera estado jurídicamente constituida e inscripta en los registros electorales como tal, hubiera obtenido la mayoría en las dos cámaras. Pago un precio muy caro por esa omisión. Que no se repita.
Para el balotaje, tal requisito no es necesario, porque ahí no se votan lemas, se votan personas, y el tema de los restos es para elecciones en órganos pluripersonales, y no para Presidente.
Columnistas