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Reajustes, productividad y cautela empresarial: claves de la próxima ronda salarial

Por el Dr. César Signorelli
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Recientemente el gobierno remitió las pautas de fijación y ajustes salariales para la próxima Ronda de Consejos de Salarios, que ya inicia y cuyo proceso de negociación debería finalizar a fines de setiembre de este año.
No es una Ronda más. Llegan a su fin más de 180 acuerdos y se da inicio a una etapa que en la que se dejaría de lado una práctica constante de tomar como criterio de indexación a la inflación, y comenzar a aplicar para los salarios que superen el primer quintil de los que determinara el Poder Ejecutivo como más bajos (unos $ 35.000 nominales por mes) pautas diferentes a la inflación, lo que en opinión del PIT y de prácticamente todos los economistas consultados, llevaría a una pérdida de salario real -esto es, poder de compra- a los trabajadores que reciben un salario superior a esa franja.
La inflación esperada para este año se ubica en 5,36%, para el 2026 se espera sea del 5,65% y para el 2027, el 5,5%.
Cuando se negocia salario indexado a la inflación se la vincula a la esperada y en los últimos años se dio una situación que no era –valga la redundancia- la esperada, ubicándose la misma por debajo de la proyectada al final del período. Esto genera una situación jurídica bien particular, que implicaría ajustar a la baja, lo que sin norma expresa que lo admita no es posible.
Seguramente en esta ronda los representantes de las organizaciones de empleadores estarán más atentos a este dato y soliciten su expresa inclusión, pues en definitiva esa porción se disparó por encima de la inflación. Esto tiene una enorme significación práctica, económica y financiera, pues habrá de ser el factor que en definitiva habrá de decidir si las empresas aumentan a través del factor trabajo (o salario) sus costos por encima de su propia productividad.
Y es este último elemento el que justamente se pretende incluir, básicamente en los dos quintiles mejor remunerados. Aparece como una solución lógica, justa e inteligente si de competitividad y precio país se habla.
Llevado esto a nivel de la empresa, alertar que deberán estas estar atentas a los aumentos que se suelen otorgar “a cuenta” (de futuros ajustes en Consejos de Salarios), práctica bastante usual que evita sobresaltos financieros para atender varios meses de reajustes, pues las negociaciones suelen dilatarse en el tiempo.
Y es que si no se instrumenta bien se puede transformar en un beneficio salarial por encima de Consejos de Salarios definitivo, que no es posible retirar. En efecto, si los adelantos superan los ajustes reales (que reiteramos están sujetos a una variable que puede a llegara a ser incluso negativa) ya no se podrán deducir, salvo que hayan sido instrumentados en el documento adecuado.
En definitiva, si bien en Consejos de Salarios por cada Sector de Actividad únicamente intervienen dos delegados por cada parte, resulta extremadamente útil que las empresas individualmente consideradas estén atentas.