Dr. Fulvio Gutiérrez
Hoy domingo, es el último día en que el Poder Ejecutivo, puede presentar ante el Parlamento, con el asesoramiento de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el proyecto de ley referido al presupuesto nacional, correspondiente al actual periodo de gobierno 2025-2030, en cumplimiento de las normas constitucionales que disponen tal obligación.
Tal vez el ciudadano común no conoce su real significado de esta ley, ni le ha dado la trascendencia que en verdad tiene. Sin embargo, me atrevo a afirmar que es la ley más importante de cualquier gobierno ya que, en ella, se establece todo un programa, detallando los gastos y las inversiones que proyecta realizar, los escalafones de sueldos de los funcionarios del Estado, los recursos y la estimación de su producido, el porcentaje sobre el monto total de recursos que corresponderá a los Gobiernos Departamentales y las normas para la ejecución e interpretación del presupuesto. A esta estructura se la denomina “presupuesto por programa”, entendiendo por tal, la organización de la actividad de los órganos públicos, en las cuales se establecen los programas que se van a ejecutar, distribuidos en reparticiones que se denominan incisos, con sus necesidades económicas y financieras, la forma de su cuantificación, los resultados previstos y las metas que se quieren conseguir.
Es decir, no es un simple listado de lo que harán los órganos del Estado, ni un simple balance de ingresos y egresos. Es una planificación completa, que informa para quien la lee cuáles serán las prioridades del gobierno, los programase incisos en que se dividen, cuáles serán los recursos económicos y financieros que respaldarán la concreción de tales objetivos, de donde se obtendrán los recursos, cuanto se gastará en cada caso, cuál será el tiempo de ejecución de esas tareas, cuál será el resultado esperado en cada inciso, etc. En síntesis, el presupuesto nacional, se basa en el programa del partido ganador de las elecciones nacionales, con un desarrollo completo que será aplicado en todo el periodo quinquenal, y que necesariamente debe reflejar las denominadas “promesas de campaña”.
Es, en definitiva, un plan de acción dirigido a cumplir una meta prevista, expresada en valores y términos financieros que debe cumplirse en determinado tiempo y bajo ciertas condiciones previstas de antemano.
Dentro de la expectativa que la situación había creado, el pasado lunes 25 de agosto, en una reunión por la celebración del “Día del Comité de Base”, el Subsecretario del Misterio de Economía y Finanzas, Ec. Martín Vallcorba, realizó unas declaraciones que tuvieron el efecto de una “bomba” política: dijo textualmente, “El programa de este gobierno no va a estar en condiciones de ser cumplido”. Y luego agregó: “Cuando se votó el programa del congreso, ya sabíamos que, si pensábamos que era para un período de gobierno, estábamos razonando mal. Porque es impagable. Es imposible de pagar.”Esta confesión es gravísima, y lleva a una conclusión lógica y de sentido común; el Frente Amplio le mintió a la ciudadanía, y lo hizo a conciencia de que estaba mintiendo. ¡Lo confesó el No. 2 del Ministerio de Economía y Finanzas!
Ante este panorama, no es descabellado pensar que la ciudadanía uruguaya fue engañada de la forma más artera y vil posible, porque se armó todo un programa de gobierno que, de antemano, sabían que no lo podían cumplir. Es más, ¿acaso si no hubieran hecho una cantidad de promesas, el Frente Amplio hubiera ganado las elecciones? Donde va a quedar el 6% + 1 del PBI para la enseñanza y el apoyo a investigaciones, como se van a cumplir con el plan de viviendas prometido, de donde saldrán los recursos para sustentar un nuevo plan de seguridad, y el apoyo para terminar con la llamada “pobreza infantil”, y las mejoras salariales prometidas, o la universalización de las escuelas de tiempo completo y una larga lista de varios etcéteras, cuya efectiva concreción depende lógicamente de contar con recursos económicos suficientes.
La supuesta sinceridad del Subsecretario Vallcorba no tiene precedente conocido. Y es supuesta porque se hizo a destiempo, y una lógica elemental, me lleva a decir que ese tipo de afirmaciones, debieron haber sido hechas cuando se estaba pidiendo el voto a la ciudadanía sobre la base de propuestas que sabían no iban a cumplir. Como dato adicional cabe resaltar el enojo que se generó con Vallcorba por reconocer la verdad. Es que no están acostumbrados a ella.
MINUTO A MINUTO