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Por Andrés Torterola
Salto cuenta con una gran cantidad de inmuebles en situación de alquiler, los cuales presentan una diversidad en sus características y estado de conservación. Algunas de estas construcciones son casas antiguas que han recibido un adecuado mantenimiento, mientras que otras se encuentran en condiciones regulares o incluso sin ningún tipo de cuidado, lo que puede representar riesgos para sus ocupantes.
Dado que la habilitación de estos inmuebles para su alquiler depende de la inspección de los técnicos de la Intendencia, resulta fundamental conocer si se ha llevado a cabo dicho proceso de control. Son estos profesionales quienes, en última instancia, determinan si una propiedad cumple con las condiciones necesarias para ser arrendada a través de una inmobiliaria. Por ello, es relevante verificar si se están realizando las inspecciones correspondientes y si se exige el cumplimiento de normativas que garanticen la seguridad y el bienestar de los inquilinos.
Algunos arrendatarios manifestaron a CAMBIO su malestar por las condiciones en que se ofrecen casas para alquilar, según su punto de vista muchas no están en condiciones de habitabilidad.
MULTAS
Si un arrendador alquila una vivienda que no se encuentra en condiciones adecuadas para ser habitada, puede enfrentar diversas sanciones legales y económicas. En primer lugar, las normativas de arrendamiento establecen que toda propiedad puesta en alquiler debe cumplir con ciertos requisitos básicos de habitabilidad, seguridad e higiene. Si un inmueble presenta deficiencias estructurales, problemas sanitarios o carece de servicios esenciales, el arrendador podría incurrir en infracciones que pueden derivar en multas impuestas por las autoridades competentes, como la Intendencia o los organismos encargados de fiscalizar las condiciones de las viviendas en alquiler.
Además de las sanciones administrativas, el arrendador también podría ser responsable por los daños y perjuicios que estas condiciones inadecuadas ocasionen al inquilino. Si, por ejemplo, el inquilino sufre afectaciones en su salud debido a problemas de humedad, falta de ventilación o instalaciones defectuosas, el propietario podría ser obligado a indemnizarlo.
CUMPLIR NORMATIVA VIGENTE
Asimismo, si el deterioro de la vivienda genera la imposibilidad de habitarla, el inquilino tiene derecho a exigir la rescisión del contrato de arrendamiento sin penalización y, en algunos casos, incluso solicitar el reembolso de los montos abonados.
En situaciones más graves, si se demuestra que el arrendador actuó de manera negligente o con conocimiento de las deficiencias del inmueble, podría enfrentar acciones legales adicionales. En este sentido, es fundamental que quienes alquilan propiedades cumplan con las normativas vigentes y realicen las mejoras necesarias antes de poner un inmueble en el mercado, evitando así conflictos legales y garantizando condiciones dignas de vivienda para los inquilinos.