
Una combinación de altas temperaturas y la reciente luna llena desencadenó una maduración acelerada en los cultivos de tomate y morrón, provocando una sobreoferta en el mercado mayorista que hizo desplomar los precios hasta un 50% en comparación con la semana anterior, según el último informe de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM).
El fenómeno, registrado durante los últimos días en diversas zonas productivas del país, ha tenido un impacto directo en las cotizaciones, afectando especialmente a los productores que no lograron colocar su mercadería en tiempo y forma.
La UAM, principal centro de distribución de frutas y hortalizas del país, señaló que los tomates y morrones, dos de los productos más representativos de la oferta hortícola nacional, experimentaron una caída generalizada de precios debido al ingreso masivo de partidas provenientes de diferentes regiones.
En el caso de los tomates, los provenientes del norte del país destacaron por su tamaño homogéneo y buena coloración, lo que favoreció su comercialización dentro de las categorías más altas. Sin embargo, los productos del sur presentaron defectos vinculados a la alta humedad relativa, como manchas y pudriciones incipientes, lo que dispersó sus valores y redujo su competitividad.
En cuanto a los morrones, los rojos del litoral norte exhibieron una excelente coloración y firmeza, logrando mejores precios dentro de su segmento, mientras que los del sur comenzaron a evidenciar signos de menor calidad: cáscara más fina, colores desparejos y deformaciones, factores que incidieron negativamente en la fijación de precios.
Los datos aportados por la UAM reflejan de forma clara la magnitud de la caída. Por ejemplo, el tomate redondo mediano de primera categoría cotiza actualmente entre 20 y 30 pesos uruguayos por kilogramo, mientras que su variante de menor calidad llega a mínimos de apenas 15 pesos. En el caso más extremo, el tomate redondo chico de primera apenas alcanza entre 10 y 15 pesos por kilo, una fracción de su valor habitual.
Los tomates oblongos, conocidos popularmente como perita, también evidencian el impacto de la sobreoferta. El calibre mediano de segunda categoría se ubica entre 20 y 30 pesos por kilo, y el grande de segunda alcanza apenas entre 30 y 40 pesos.
Los mejores precios dentro de esta variedad se observaron en los tomates cherry perita de calidad extra, que lograron mantenerse en un rango de 140 a 150 pesos por kilogramo, aunque también aquí se registraron ajustes a la baja.
Respecto al morrón, las caídas son igualmente significativas. El morrón rojo mediano de segunda categoría descendió a valores entre 45 y 50 pesos por kilo, y su variante verde mediano llegó a niveles mínimos de 30 pesos.
En contraste, los morrones amarillos de alta calidad aún lograron sostener precios entre 85 y 90 pesos, aunque también presentan señales de presión a la baja si continúa el ritmo actual de ingreso al mercado.