
Aunque es poco frecuente, en Uruguay aún pueden encontrarse municiones sin detonar que datan del siglo XX. Estos artefactos explosivos, que no cumplieron su función al ser lanzados, pueden representar un grave riesgo si no se manejan adecuadamente. De hecho hace algunos días atrás en una vivienda ubicada en barrio Ceibal, se halló un artefacto explosivo activo que fue retirado por personal especializado del ejerército
A TENER EN
CUENTA
En algunos casos, estas municiones permanecen enterradas en campos militares o particulares, e incluso han sido conservadas por generaciones en casas de familia como objetos de recuerdo. Suelen estar pintadas con colores militares como verde, marrón, caqui o gris oscuro, aunque también pueden encontrarse oxidadas o descoloridas por el paso del tiempo. Pueden ser de materiales plásticos o metálicos. A pesar de su apariencia inofensiva, se trata de elementos extremadamente peligrosos y altamente inestables. El más mínimo movimiento o contacto podría provocar una detonación.
PROTOCOLO
Ante la presencia de una munición sin detonar, se debe seguir el siguiente protocolo:
-No tocar ni mover el objeto.
-Tomar fotografías, colocando un objeto conocido a su lado (como una moneda, una lapicera o una botella) para estimar su tamaño.
-Marcar el lugar exacto donde se encuentra.
-Contactar o acudir a la unidad militar más cercana, presentando las fotos y explicando con claridad la ubicación del artefacto.