viernes 13 de junio, 2025
  • 8 am

El cierre de la Biblioteca Nacional: una pérdida irreparable para la cultura

Pablo Vela
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Pablo Vela

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Por Pablo Vela
La noticia del cierre de la Biblioteca Nacional nos llena de tristeza y preocupación. Este emblemático espacio no solo es un depósito de libros y documentos, sino también un símbolo de nuestra historia, identidad y cultura. Su cierre representa mucho más que una simple decisión administrativa; es una pérdida irreparable para toda la sociedad.
Va más allá de una decisión política, al parecer a las apuradas (no existe un plan de contingencia, los empleados de la BNU se enteraron por la prensa de la medida que iba a adoptar el Gobierno, no existe un plan de retorno, etc.), alguien o algunos no hacen lo que dicen o más claro, no actúan según lo que pregonan. La Cultura relegada, aunque nos digan que no.
Las bibliotecas nacionales cumplen una función fundamental: preservar el patrimonio cultural y ofrecer acceso a la información y el conocimiento a todos los ciudadanos. Son lugares donde las generaciones pueden conectarse con sus raíces, aprender y soñar. Cuando una institución como esta cierra sus puertas, estamos privando a nuestra comunidad de un recurso invaluable para el desarrollo intelectual y cultural.
Además, en un mundo cada vez más digital, la conservación de archivos físicos y la promoción de la lectura siguen siendo esenciales. La Biblioteca Nacional no solo alberga libros, sino también archivos históricos, manuscritos y documentos que no tienen precio. Su cierre puede significar la pérdida de testimonios únicos que no podrán ser recuperados, no hay una comunicación clara de que se está haciendo o que se va a hacer.
Es fundamental que las autoridades reconsideren esta decisión y busquen alternativas que permitan mantener viva esta institución. La cultura y el conocimiento no pueden ser un lujo, sino una prioridad para el bienestar y el progreso de nuestra sociedad.
En definitiva, la Biblioteca Nacional es un patrimonio de todos. Su cierre nos invita a reflexionar sobre la importancia de valorar y proteger nuestros espacios culturales. Porque solo a través del acceso a la cultura y la historia podemos construir un futuro más informado, inclusivo y enriquecedor para todos.
Las opiniones de los académicos, rectores de facultades, etc., son diversas respecto al daño estructural o malas administraciones pasadas pero todas coinciden que fue la peor decisión la que en definitiva se terminó tomando.
Ni hablar de la fecha en que se eligió para anunciar la medida: 26 de mayo, día del libro en nuestro país.
El Día Nacional del Libro se conmemora en nuestro país cada 26 de mayo, desde el año 1940. ¿Por qué razón? En esta fecha se celebra el aniversario de la Biblioteca Nacional de Uruguay, la primera biblioteca pública del país, fundada en 1816. ¿Qué paradoja verdad?
Por eso, más allá de las decisiones políticas, debemos recordar que la cultura y la educación son derechos universales y que su protección requiere un compromiso colectivo. La Biblioteca Nacional del Uruguay es un patrimonio que trasciende gobiernos y partidos; es un bien que debemos cuidar y valorar como parte esencial de nuestra identidad como nación.