Colegio Médico del Uruguay
Consejo Regional Norte
Si observamos el panorama de la Hepatitis hoy en el Uruguay, podemos deducir claramente, que estamos ante un escenario muy favorable para coordinar una acción conjunta entre médicos y pacientes.
Se estima según datos de la OMS que en nuestro país el número de personas portadoras del virus C, estaría en el orden del 1 al 1,5 % de la población total, o sea algo así como unas 35.000 a 50.000 personas infectadas. Por otro lado los datos suministrados por el MSP indican que los pacientes tratados hasta ahora ascienden a 2.500. Los países integrantes de la OMS, (Uruguay incluido), firmaron un compromiso en el 2016, comprometiéndose a eliminar las hepatitis virales para el año 2030. Obviamente al paso que vamos, y si esta estrategia no cambia, las acciones que se estarían tomando por parte del MSP parecen absolutamente insuficientes. El día 28 de julio de 2019, el Fondo Nacional de Recursos (FNR) anuncia la ampliación de la cobertura para todos los infectados con el virus de la hepatitis C, sin importar genotipo, ni grado de fibrosis del hígado, permitiendo el acceso a medicamentos de última generación, que curan en más de un 95% dicha enfermedad.
Aplaudimos y celebramos este anuncio sin duda alguna, pero sin ánimo de querer buscarle la quinta pata al gato, la ampliación de la cobertura, sin un plan integral nacional de acción que acompañe esta normativa en busca de los miles de uruguayos afectados, parece más que nada una jugada política, para frenar la judicialización de la salud, y no una verdadera y legítima oportunidad de cura real, ya que el acceso a los tratamientos sigue demandando un desgaste muy importante a cada paciente, en lo económico y en lo emocional.
Es en este momento que la participación de la sociedad civil organizada, aunando esfuerzos con el colectivo de médicos que se agrupa en este Colegio, juegan un papel fundamental como impulsores del desarrollo de verdaderas políticas de acceso a tratamientos y medicamentos disponibles hoy en Uruguay. Y la primera medida que podemos solicitarle a cada uno de ustedes, es que cada usuario que asista a su consulta solicite un test de VHC. Un simple test de diagnóstico rápido, que descarte o encamine a cada paciente hacia una vida libre de hepatitis.
Es una primera idea, realizable, posible, y de fácil implementación si se alzan las voces un poco más alto.
La misión está planteada y si usted decide aceptarla, estará impulsando el reto de eliminar las hepatitis virales para el año 2030. Ojalá entendamos que llegó el momento de Diagnosticar, Tratar y Curar. Por un mundo libre de hepatitis.
César Barces.
Presidente de la Asociación de Pacientes y Afectados de Hepatitis.
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