El verano avanza con fuerza y la oferta de melones sigue siendo abundante en el mercado uruguayo, pero las altas temperaturas han empezado a jugarles una mala pasada a los productores. Según el último informe de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), el calor extremo ha acelerado el ablandamiento y la pudrición de algunas partidas, lo que ha obligado a ajustar los precios a la baja en ciertos casos. A pesar de esto, los melones de tipo «larga vida», de mayor resistencia y calibre mediano, han logrado mantener sus valores estables en las góndolas.
En cuanto a los precios mayoristas, el melón amarillo de origen nacional oscila entre los $30 y $50 por kilo, mientras que el importado desde Brasil se comercializa a valores más altos, entre $70 y $77 el kilo. El melón reticulado, una de las variedades más consumidas en el país, presenta una mayor variabilidad de precio, yendo desde los $15 hasta los $45 por kilo, dependiendo de su calidad y calibre.
Los expertos recomiendan elegir el melón por su aroma: un perfume dulce y fresco es señal de buena maduración. Si no tiene olor o desprende un aroma terroso, es mejor descartarlo. Además, es importante recordar que esta fruta no continúa madurando después de la cosecha, por lo que no mejorará su sabor con el tiempo. Para conservarlo, lo ideal es guardarlo en la heladera dentro de un recipiente cerrado y consumirlo en un máximo de cinco días.
