sábado 27 de julio, 2024
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Covid-19, la comunidad y el sistema sanitario

Colegio Médico del Uruguay
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Colegio Médico del Uruguay

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La situación sanitaria actual establece vínculos entre los diferentes sectores de la sociedad que afectan el desarrollo habitual de los mismos.Esta pandemia nos obliga a cambiar el rumbo de la medicina, yendo de una medicina centrada en la persona a una medicina centrada en la comunidad respetando cada proyecto de vida individual. Racionalizar los recursos de manera justa cuidando la comunidad sin despersonalizar la asistencia es el objetivo.
El PACIENTE es toda la comunidad, integrada por individuos cuya asistencia debe ser personalizada, respetuosa e integral, sin desatender el bien común.Esto implica transparencia comunicación y participación de la ciudadanía.
La AUTONOMIA y la BENEFICENCIA son principios que apuntan a lograr objetivos que persigue la persona como individuo. Conforma una ética de máximos exigibles desde una perspectiva individual, no para la comunidad, que es donde el impacto de la pandemia ocasiona los máximos perjuicios. La crisis actual obliga a privilegiar una ética de mínimos exigibles basada en la JUSTICIA (distribución de recursos) y en la NO MALEFICENCIA (evitar el mayor daño) que prioriza el bien común para todos los individuos que integran una comunidad.
Sin perjuicio de lo anterior, respetando la autonomía es que el derecho a estar informado adquiere relevancia.  La RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL esta impuesta por los limites de la libertad. El aislamiento físico, quedarse en casa, evitar reuniones, son acciones que dependen dela responsabilidad de ser un buen ciudadano. Para que se comprenda esta consigna es fundamental la información. Las autoridades deben garantizar que toda la comunidad reciba y comprenda la misma. Sin este requisito es imposible exigir una conducta individual responsable. Debe abarcar aspectos epidemiológicos (numero de casos, de fallecidos, casos recuperados, camas de CTI), aspectos sanitarios, recomendaciones y protocolos que la población debe seguir (síntomas, donde consultar, cuando se considera necesario el test diagnóstico, acceso a la asistencia) y aspectos vinculados a la persona que tienen en cuenta la voluntad, el deseo, valores individuales, sin olvidar los valores que caracterizan y mantienen la esencia de la comunidad.
La preservación de dato sensibles (CONFIDENCIALIDAD) quedan sujetos al grado en que comprometan el bienestar de la comunidad en la que los individuos desarrollan sus actividades y ejercen sus responsabilidades. Los datos personales no deben ser expuestos públicamente (redes sociales, prensa, difusión en grupos, etc.) pero si deben ser usados como herramientas para controlar la epidemia. Datos de contactos o posibles contagios de covid19 deben ser suministrados de forma obligatoria en el marco de las Instituciones de salud, las que serán responsables de constituir las barreras que impidan un manejo inadecuado de la información aportada.
La adecuada distribución de recursos y evitar el mayor daño están orientados a beneficiar al bien común. Surge un imperativo moral de justicia en la distribución de recursos, se deben establecer criterios que permitan a los profesionales tomar decisiones difíciles con el apoyo de la comunidad científica y de los responsables de la política sanitaria. No se trata solamente dela indicación de ingreso a CTI sino también de los recursos materiales, tecnológicos y humanos que entran en juego en esta situación de excepción. Un ejemplo es la indicación del test diagnóstico. Las pautas establecidas son claras y su difusión a la población relevante para disminuir la presión sobre los médicos encargados de indicarlos.
Los profesionales de la salud en su totalidad, necesitan tener un apoyo claro de instituciones y autoridades para realizar las tareas asistenciales de forma correcta y sin presiones, en un contexto de recursos finitos.El profesional de la salud vive en constante estrés provocado por su propia seguridad y la de su familia, la de sus compañeros de trabajo, la toma de decisiones, el cumplimiento de protocolos asistenciales y el logro de buenos resultados.  Las Instituciones sanitarias deben asegurar el cuidado del personal sanitario sin olvidar el apoyo psicológico necesario.
Tanto en las personas que han contraído covid19 como en los no infectados, la epidemia genera percepciones de vulnerabilidad incertidumbre y miedo. Uno puede ser víctima y noxa a la vez, lo que puede generar estigmas de discriminación, que no tiene justificación válida.
En esta crisis el Estado es el responsable de marcar las directivas. Actuando en forma transparente debe empoderar a la población informando sobre las medidas a tomar y sus resultados.Cada ciudadano, en base a la información recibida y a su conciencia es responsable deconcretar las acciones necesarias para superar la crisis. El Estado debe realizar una monitorización y control permanente de estas acciones a fin de lograr los mejores resultados para toda la comunidad.
Dra. Ana Galluzzo – Consejera Nacional del Colegio Médico del Uruguay
Dr. Luis Pedrozo – Presidente Comité Bioética Asistencial Salto