jueves 25 de abril, 2024
  • 8 am

Récords Guinness

César Suárez
Por

César Suárez

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Por el Dr. César Suárez
La curiosidad es una condición inherente al cualquier ser vivo y en el ser humano es un motor imparable que condiciona la conducta de cualquiera, y se mueve entre una necesidad imperiosa de entender dónde estamos situados hasta una obsesión patológica de saber algo, de cualquier cosa, lo que sea y se trata de la vida ajena, mejor, aunque, la curiosidad ha sido por siempre el germen de la investigación y el progreso de la humanidad que de tanto husmear por la naturaleza ha ido permitiendo entender sus misterios y ponerlos al servicio de la humanidad
Aparte de todo esto, hay muchos que han entendido que la curiosidad ajena puede ser un redituable negocio y que muchísima gente está dispuesta a pagar por saber acerca de algo y los titulares de las noticias se venden como pan caliente y la espera acerca de una noticia puede mantener atrapada a una multitud agrupada o dispersa.
Los multimedios suelen poner a la venta curiosidades sabiendo que hay millones en el mundo dispuestas a comprar noticias lo que ha llevado a un crecimiento explosivo de los medios de difusión de cualquier dato.
Tanto es así que a partir de una curiosidad llevó a Sir Hugh Beaver, en mil novecientos cincuenta y uno, siendo director ejecutivo de la fábrica de cervezas Guinness Brewery de la ciudad de Dublin (Irlanda del Norte) quien quiso saber junto a unos amigos, quien era más rápido, si el chorlito dorado o el urogallo y se le ocurrió que sería interesante crear un libro con respuestas a curiosidades de ese tipo.
Estando demasiado ocupado en sus labores habituales, decidió encargarle esa tarea a Norris y Ross McWhirter para que recopilaran diferentes records lo que llevó a publicar la primera edición de famoso libro de Records Guinness en agosto de mil novecientos cincuenta y cinco, y como la curiosidad de la gente es irresistible, en la navidad de ese mismo año fue el número uno en las listas de los libros más vendidos en el Reino Unido, editándose una actualización cada año y desde ese entonces habiéndose vendido en el mundo más de cien millones de ejemplares.
¿Pero a que viene todo este relato?
Resulta que recientemente salió publicada la noticia de que la escritora japonesa Mariko Hayashi, cumplió treinta siete años publicando una columna en el mismo semanario japonés Shukan Bunshun.
La casa editora de Guinness dio a conocer la información en un comunicado como reconocimiento de haber llegado a mil seiscientas cincuenta y cinco columnas.
Ante esta noticia me quedé pensando en el padre Martín Ponce de León que viene publicando dos columnas semanales desde hace casi treinta años y según mis cálculos ya debe haber superado las dos mil quinientas columnas, bastante más que la columnista japonesa.
Es de destacar que la casa editora de Records Guinness no actúa de oficio y sólo se ocupa de reconocer los records que se tramitan por las partes interesadas y que no es un trámite gratuito, tiene un costo de trecientas libras esterlinas para los trámites de investigación y certificación de cada record propuesto y que figurar en dicho libro con el correspondiente record no supone ningún beneficio económico, sólo tiene como compensación, el prestigio de figurar en la siguiente edición de ese libro hasta que aparezca otro que demuestre haber superado a ese record.
Este libro está a la venta en casi todo el mundo y también se vende en Uruguay a la módica suma de mil seiscientos noventa pesos que no parece mucho, pero tiene fecha de vencimiento al igual que un almanaque y pierde vigencia con la siguiente edición.
Hay muchos que hacen todo lo imposible para llegar batir cualquier record, hasta los más insólitos y seguramente, debe haber muchos que hayan batido records sin haberse dado cuenta y quizás uno de ellos sea el padre Martín Ponce de León, sólo sería cuestión de investigar.