jueves 21 de noviembre, 2024
  • 8 am

Huertas orgánicas en los pueblos del MEVIR.

Leonardo Vinci
Por

Leonardo Vinci

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Por Leonardo Vinci.
En estos días, se supo que en el marco de una estrategia de alimentación saludable, la Intendencia de Montevideo le planteó a la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua la posibilidad de desarrollar en conjunto un programa de huertas orgánicas en la capital.
FUCVAM y la comuna ya estarían trabajando para celebrar un convenio que permita llevar adelante la propuesta.
Dirigentes de la federación dijeron al Diario La República «Nos pareció una idea muy buena porque se trabaja en el marco de una estrategia de alimentación saludable. A su vez, nos pareció que nosotros tenemos un colectivo en el cual estamos acostumbrados a trabajar en conjunto, en comunidad, y tenemos muy bien marcado lo que es la autogestión porque la construcción de nuestras casas se basó en eso».
Para hacer realidad cada uno de estos proyectos, no sería necesario contar con grandes espacios.
En la capital del país, la Intendencia asesoraría «en base al espacio disponible que tiene cada cooperativa, sobre qué sería mejor cultivar o qué es lo que podría ser mejor, si la elaboración de plantines o de compost, por ejemplo».
Naturalmente que los técnicos de la comuna les brindarían capacitación y asistencia técnica, además de insumos -como semillas- para poder dar inicio al proyecto.
Apoyamos calurosamente la idea, y proponemos se extienda a «Los Mevir».
Como es sabido, desde sus orígenes, el Movimiento de erradicación de la vivienda insalubre rural- impulsado por el Dr. Alberto Gallinal- buscó satisfacer la necesidad de vivienda de los asalariados rurales dedicados fundamentalmente a la ganadería extensiva.
La Organización asistió inicialmente a las familias de los trabajadores rurales construyendo viviendas en parajes alejados de las ciudades, conformando núcleos habitacionales que son conocidos como «Los Mevir».
Recuperadas las instituciones democráticas- acompañados por otros legisladores colorados electos en el interior del país- presentamos un proyecto de ley- finalmente aprobado- ampliando los cometidos del Movimiento, incluyendo la construcción de la «vivienda dispersa rural».
Según el propio organismo, su funcionamiento «es posible gracias al compromiso conjunto de participantes, institución y sociedad».
Sus ingresos provienen del Fondo Nacional de Vivienda; impuestos a las transacciones rurales; partidas del presupuesto nacional; donaciones y legados.
«Los participantes hacen su aporte en horas de trabajo en las obras y a través del pago de las cuotas mensuales que se establecen en función del costo total de la obra (al que se deduce el subsidio establecido para cada núcleo familiar adjudicado en función de un criterio social). El subsidio es el aporte en dinero realizado por la sociedad en su conjunto en beneficio de las familias rurales de bajos ingresos y no debe ser devuelto por el participante»
Un plan orientado por los organismos de gobierno para desarrollar huertas orgánicas en estos poblados, merece el respaldo de la sociedad toda.
A veces, las pequeñas acciones se convierten en grandes obras.