martes 19 de marzo, 2024
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FIFA: “organización mafiosa” y sus consecuencias en Salto

Dr. Pablo Perna
Por

Dr. Pablo Perna

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Por el Dr.
Pablo Perna
En febrero del año 2002 el periódico británico “The Daily Mail”, revelaba la presunta compra de votos para que el suizo Joseph Blatter fuera presidente de la FIFA en el año 1998. Es aquí donde comienza públicamente a verse la punta del iceberg que destaparía el mundo de los sobornos en el mundo de la FIFA y que repercutirían hasta el día hoy en el mundial de Qatar.
En el año 2010 se elegirían las sedes mundialistas del 2018 y 2022, momento en que se filtra una cámara oculta donde aparecen dos altos ejecutivos de la FIFA pidiendo dinero a cambio de su voto. No obstante se elige a Rusia como sede del mundial 2018 y a Qatar como sede mundial en el 2022, ganándole la postulación a EEUU; éste, enterado de los sobornos millonarios pagados por el emir de Qatar a altos dirigentes de la FIFA para su elección, comienza una investigación mediante el FBI.
Sarcásticamente Blatter afirmaba en el 2010: “el Mundial en Qatar es una deuda con el mundo árabe” y asegura que es «una locura pensar que su concesión y la de Rusia 2018 sea una cuestión de dinero”. De esta manera un país que es un emirato, sinónimo de dictadura, sin división de poderes, con nula tradición futbolística, sin estadios de futbol, escasa densidad territorial y temperaturas infernales, mediante banquetes donde se repartían sobres millonarios, compró su mundial para el 2022. Un amistoso en el 2010, en Doha, fue la excusa para el voto favorable, donde la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), haciendo jugar a Messi y Neymar, percibiendo más de 4 millones de euros por el amistoso, dieron la señal de que Qatar estaba listo para recibir al mundo 12 años después.
En el 2015 el FBI, conjuntamente con la colaboración de la justicia Suiza, realizan la primera ola de detenciones de altos dirigentes de la FIFA caratulándola como “organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero”. Los dirigentes se encontraban reunidos en un lujoso hotel de Zúrich-Suiza, donde en el orden del día se encontraba la elección del futuro presidente de la FIFA, momento en que fueron sorprendidos y detenidos por sospechas de sobornos por más de 150 millones de dólares por la digitación de sedes mundiales 2018 y 2022 y de torneos de fútbol en EEUU, América Latina y el Caribe, otorgar permisos televisivos, publicidad, entre otros, todos mediante sobornos.
Dentro de los 19 altos dirigentes del mundo FIFA detenidos se encontraba nuestro representante criollo, Eugenio Figueredo, por lo que el FBI pide sea extraditado a EEUU para ser juzgado por este país. Figueredo para evitar su extradición decide colaborar con la justicia suiza, confesando sus hechos de corrupción a cambio de que sea juzgado en Uruguay. De esta manera es extraditado a Uruguay y su pena es reducida a cambio de la confesión y devolución de algunos bienes vinculados al blanqueo de capital proveniente de sobornos, con más de 80 años de edad, es condenado con prisión por la justicia uruguaya por delitos continuados de estafa en reiteración real con un delito continuado de lavado de activos.
Por mientras en Salto, un pueblo de apenas 120.000 habitantes, acostumbrados a la cotidianidad pueblerina pero orgullosamente salteños, es poco pensable que el escándalo “FIFA gate” que ha conmovido al mundo entero, pudiera tener algún tipo de repercusiones en nuestra aldea, pero lo real es que la globalización también nos ha alcanzado. En esa época tuve una pequeña intervención como profesional de una inversión millonaria en nuestro Departamento, con parte del dinero invertido y proyectos aprobados, pero misteriosamente con posterioridad a las detenciones en Zúrich las mismas se detuvieron, al igual que otras obras millonarias en las cercanías del Kibon en la ciudad de Montevideo.