viernes 29 de marzo, 2024
  • 8 am

La última y para la interna

Gustavo Varela
Por

Gustavo Varela

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Por el Esc. Gustavo Varela
Los partidos políticos se componen de dirigentes que cumplen a su vez diferentes roles. Los hay quienes se destacan en sus habilidades en lo ejecutivo, como así también en lo legislativo, que serían las dos grandes ramas. Ejecutar y legislar tiene sus bemoles muy particulares, lo que hace muy particular a quienes se destacan en dichos roles.
Hay dirigentes que son muy eficientes ejecutando acciones, pero que si uno los coloca en cualquier parlamento fracasan, y viceversa.
Sabiamente está expresado en los versos del Martín Fierro; “cada lechón en su teta, es la forma de mamar”
Esto viene a colación de lo que se ha vuelto preocupación en las filas del gobierno nacional, a lo que yo le agregaría, y también en la acción departamental del Partido Nacional.
El Presidente de la República, meses atrás, le pidió a la bancada de legisladores del Partido que su accionar debería ser más eficiente en lo que es la defensa de la acción gubernamental, y más en estos últimos tiempos, donde el ejecutivo está tan bombardeado por ese partido llamado Fa-PIT, o sea la asociación de el Pit-Cnt y el Frente Amplio.
Han apretado el pie en el acelerador, y están embistiendo fuertemente contra las reformas propuestas por el gobierno (Seguridad social y Educación), como así también por los casos Astesiano y Marset, que lo hacen estar bastante incómodo.
Y a decir verdad, son muy pocos los legisladores que salen a enfrentar ese oleaje que intenta azotar fuertemente al gobierno.
Es entendible que al lograr el gobierno el Partido Nacional haya llevado a la parte ejecutiva a sus mejores hombres, que estaban acostumbrados a las lides parlamentarias, y quienes ingresaron son personas que no están acostumbradas a tener el “cuero duro” para esas “batallas democráticas”, que necesariamente hay que darlas, por lo que los Ministros, al no tener ese colchón que deben ser los legisladores, son los que hoy están más expuestos ante la oposición.
Esperemos que en el 2023 que se nos aproxima, se pueda corregir, y que no esté tan expuesto el Presidente de la República y sus Ministros, aunque tengo que ser sincero, no es tan sencillo solucionar ese problema.
Lo mismo, ha pasado en el ámbito local. Muchos de los que fungían en las diferentes listas a la Junta Departamental y fueron electos, están ocupando cargos en diferentes organismos nacionales y bi-nacionales, y da la impresión que se encuentran “cómodos”y sin ganas de exponerse frontalmente a la lucha política que se debiera estar dando.
Eso ha hecho que “quien ocupa” el cargo de Intendente (¿se entendió no?) lo esté haciendo de una manera absolutamente displicente y tranquila, pues no tiene a la oposición controlándolo como correspondería.
Hay visos de “excesos” en las altas esferas departamentales (denominado así, para ser suave), y la Junta Departamental está durmiendo una larga siesta.
En otros tiempos se llamaban a sala al Intendente, se llamaba a comisiones a los diferentes Directores o Asesores, se estudiaban a rajatabla lo que era licitaciones, llamados a precios, gastos, inversiones, etc., lo que hacía tener en permanente guardia al gobierno departamental.
Para muestra podemos citar el aumento en la tasa de alumbrado público, el aumento en la tasa de la barométrica y la extensión de la zona azul, medidas que fueron feroces fiscalazos que sufrirán quienes menos recursos tienen, y muy pocos argumentos en contra se sintieron.
Hoy, lamentablemente, muchos están disfrutando de las mieles del poder, lo que los asemeja a turistas políticos.
También debo ser sincero, quiero dejar por fuera de los conceptos anteriores, a un Edil que creo que está trabajando como corresponde, pero que, lamentablemente no es acompañado, ni por dirigentes, ni por la bancada del Partido, que es Facundo Marziotte.

Sé, con toda seguridad, estas líneas van a traer polvareda, pero es algo que lo venía expresando en privado como corresponde, pero creo que es hora de hacerlo público, pues no es bueno barrer para adentro para cubrir las cosas que no se hacen bien, y además porque es bueno fijar postura política sobre temas cotidianos.
La presente es la última columna del año. Nos tomaremos una licencia, y regresaremos en breve, si Dios dispone.
Lo único que me resta es agradecerles profundamente, el haber podido compartir con todos los lectores este espacio, que no es más que una columna que ayude a pensar y reflexionar sobre nuestros temas.
¡Que tengan un muy feliz año nuevo!