martes 23 de abril, 2024
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Cuidado con la diplomacia brasileña

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Por el Dr. Fulvio Gutiérrez
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, estuvo en Uruguay la pasada semana en el marco de su primera visita oficial, y mantuvo una reunión con el presidente Luis Lacalle Pou, en la residencia presidencial de Suárez y Reyes. El “tema Mercosur” fue protagonista principal de los temas conversados, yal finalizar el encuentro, ambos brindaron una declaración de la cual se pueden extraer algunas conclusiones interesantes.
Con gran habilidad, Lula hizo “guiños” al oficialismo y a la oposición y en principio dejó satisfechos a todos. En resumidas cuentas, Lula afirmó claramente que “Lo que le dije al presidente Lacalle, y les he dicho a mis ministros, es que vamos a intensificar las discusiones con la Unión Europea y vamos a firmar este acuerdo para que podamos discutir con nuestros amigos chinos (textual) sobre un posible acuerdo China-Mercosur”. En criollo puro y simple: primero acordamos con la Unión Europea, y después acordamos con China desde el Mercosur. Y complementando todo esto, agregó que está completamente de acuerdo en cuanto a las ideas de innovación del Mercosur, y que buscará fortalecer el multilateralismo en la región. En síntesis, Brasil hace en materia exterior, lo que cualquier país tiene que hacer siempre: primero Brasil, segundo Brasil y tercero Brasil. Siempre con una sonrisa, incluso cuando con la misma sonrisa y hasta concierta dulzura, le comunica a su interlocutor que ha cambiado de opinión.
Hace unos años, cuando estuvo en Salto Sergio Abreu, quien fuera Canciller uruguayo en el gobierno de Lacalle Herrera (1993/1995), contó una anécdota en este sentido. En una oportunidad, el Canciller brasileño había acordado determinada solución con representantes de otro país. Al día siguiente, volvieron a encontrarse y el Canciller brasileño saludó a su colega, y le dijo que habían revisado lo que se había acordado y que ahora habían cambiado de opinión. Ante la reacción del otro, y con una amplia sonrisa dijo: “Infelizmente euvirei” (lamentablemente he cambiado).
Pues bien, así se maneja la diplomacia brasileña desde siempre, siguiendo los pasos de la “madre patria” portuguesa y de quien fuera considerado el patrono de la diplomacia brasileña, José María da Silva Paranhos Junior, Barón de Rio Branco, uno de los héroes de Brasil cuyos restos están en el panteón existente en la Plaza de los Tres Poderes, en Brasilia.
Creo que el gobierno uruguayo debe tomar las cosas con pinzas y tener muy en cuenta la conducta de la diplomacia brasileña. Pero además, en este caso hay otro factor que a mi juicio condiciona y mucho el cumplimiento de lo señalado por Lula. China odia en forma radical a Taiwan, al punto que es público y notorio sus aspiraciones de atacar la isla y anexarla a la China continental. Por esa razón, no hace ningún acuerdo con Taiwán ni con ningún país u organización internacional en la cual esté Taiwán. Recuerdo que cuando Uruguay reconoció a China, debió romper relaciones diplomáticas con Taiwan.
Desde1988, en la primera presidencia del Dr. Julio M. Sanguinetti, y luego de durísimas discusiones y resistencias internas, pero con el apoyo del sector comercial privado según la palaba autorizada de Pelayo Díaz Muguerza, el gobierno uruguayo estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China, lo que llevó a romper el vínculo histórico con Taiwán. Aquel paso fue el inicio de una relación que ya lleva 34 años, y que de alguna forma puede considerarse la semilla del TLC que se quiere negociar con China. Por su parte, Paraguay, miembro del Mercosur, tiene relaciones diplomáticas con Taiwán y no con China. Ergo, China jamás va a celebrar tratado alguno con el Mercosur.
Por todas estas razones, a mi entender, el TLC entre Uruguay y China es inviable. Por eso lo del título.