sábado 2 de noviembre, 2024
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Sistemas de cría en Uruguay: ingresos se reducen en un 83% según APEO

Sol

En el marco del XXI Taller de evaluación de los diagnósticos de gestación vacuna, realizado en Treinta y Tres por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), se revelaron preocupantes cifras sobre el resultado económico de los sistemas de cría en Uruguay. El análisis realizado por el Ing. Agr. Diego Varalla, de la consultora APEO, destaca un drástico descenso del 83% en el ingreso de capital de las empresas criadoras, situándolas en tan solo 17 dólares por hectárea.
Este resultado se debe a la combinación de un aumento en los costos, una disminución del 24% en los precios y una caída del 10% en el peso de los animales vendidos. La situación se torna aún más difícil al considerar que este ingreso disponible debe cubrir retiros, inversiones, pago de deudas e intereses, lo que dificulta cumplir con las obligaciones sin generar una descapitalización o endeudamiento.
Varalla advierte sobre los altibajos del negocio de cría, señalando que a largo plazo puede generar un beneficio de entre 50 y 60 dólares por hectárea, pero también enfrenta dificultades. Actualmente, un sistema criador estabilizado podría generar un ingreso de 72 dólares por hectárea. Sin embargo, debido al descenso en el peso de destete y a los costos más elevados, como la suplementación extra, el ingreso actual se reduce significativamente a 17 dólares por hectárea.
Para el próximo ejercicio, se espera un menor número de terneros destetados, lo que llevaría el ingreso de capital a alrededor de 31 dólares por hectárea, asumiendo costos y pesos de destete en valores promedio históricos. Estas cifras indican un escenario complicado tanto para el ejercicio actual como para el próximo en los sistemas de cría, especialmente para las empresas de baja escala.
El Ing. Varalla proyecta un promedio de ingreso de capital de 24 dólares por hectárea en estos dos ejercicios (2022-2023 y 2023-2024), la mitad del promedio de los últimos 15 años y un 75% por debajo del récord alcanzado en el ejercicio 2021/22. Esta situación plantea serias dificultades para las empresas criadoras, en especial para aquellas de menor escala.