jueves 9 de mayo, 2024
  • 8 am

¿Y en junio qué?

Pablo Vela
Por

Pablo Vela

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Por Pablo Vela
Mientras quienes deben trabajar para Salto y el país, nos ponen en el ojo de los medios de comunicación por acusaciones de “amiguismo”, “clientelismo”, “ausencia del departamento”, “libretas de conducir truchas”, “talas de árboles”, etc., seguimos los ciudadanos salteños mirando asombrados por lo bajo que hemos caído a nivel político.
Por eso, con el tiempo que ya llevamos de retraso si de coalición departamental habláramos (ingeniería electoral de muy difícil elaboración), desde Tercera Vía comenzaremos a tratar de explicar las consecuencias de la toma de decisiones que los salteños deberemos tomar entre junio del próximo año hasta mayo de 2025.
Las internas de los Partidos Políticos se desarrollarán en junio del próximo año y aunque algunos desmerezcan sus resultados, en este próximo ciclo electoral para los salteños será clave.
Allí elegiremos, en el caso del glorioso Partido Colorado, a los convencionales nacionales y departamentales, en definitiva conformaremos los órganos de máxima autoridad dentro del Partido.
Además de posicionar al pre candidato a la presidencia de la República y de igual manera a quienes se hayan postulado a pre candidatos a la diputación, lo que realmente pasará a tener real protagonismo en Salto serán las próximas elecciones internas por las candidaturas que se puedan habilitar luego pensando en las elecciones de mayo de 2025.
Más allá de que todo lo que venimos de escribir y lo que vamos a continuar haciendo depende pura y exclusivamente de un acuerdo de coalición departamental, adelantamos algunas cuestiones pensando en ese lema que recupere Salto en su sentido literal: levante a éste Salto triste, gris, sucio, roto, sospechado, sin intendente.
Junio nos brindará a los colorados la posibilidad, prácticamente, de definir quién será nuestro candidato a intendente en mayo de 2025, quien ocupará esa candidatura dentro de la coalición departamental.
La ecuación es bastante sencilla: debemos pensar en alguien que no tenga rechazo popular, que no tenga sospechas de amiguismo que ya ha cansado hasta el hartazgo a la gente, que no deje tirada a su gente, que no se aleje de su gente, que no piense en sus amigos de la vida como seres superiores al resto de los salteños, en fin, un candidato serio.
La sola posibilidad de que junio el Partido Colorado le dé, a través de sus convencionales, la oportunidad nuevamente a alguien que ya ha fracasado desalentaría a la militancia, es lo que nos dicen, es lo que la gente plantea.
De no generarse una opción fresca, nueva, con fuerza y ganas de crecer en la política sin necesidad de empujar o pisar hasta a sus dirigentes las chances de recuperar Salto se achican y mucho, augurando así un casi seguro e insólito triunfo del Frente Amplio.
Volveríamos a tener un intendente de pocas palabras, de agresiones constantes, de viajes aún más frecuentes (por sus ambiciones, no por Salto, aclaro), de ausencia de anuncios de obras, de olvido de nuestro turismo, de poca generación de opciones para inversiones privadas, en fin, seguiríamos en un nivel triste, lamentable, siendo el departamento de los acomodos, de los amigos, de las cuñadas, de las libretas de conducir, de la poda de árboles, de las Termas cerradas, de los museos cerrados.
Tengo mi candidato para mayo de 2025. Lo voy a charlar con la gente de Tercera Vía para saber que piensa y seguramente en la próxima comencemos a sumar éste ingrediente a nuestras columnas.