viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

A dedo no, si. Pero, todos

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por Gustavo Varela
La Cámara de Senadores del Parlamento Nacional termina de rechazar el proyecto de ley que presentara el tristemente desaparecido Senador Peña, donde se pretendía, a grandes rasgos que todos los ingresos y ascensos de personal, que se realizaran en los gobiernos departamentales, fueren mediante el mecanismo de concurso o sorteo y nunca por designación directa, con el afán, en criollo, de terminar con el denominado ingreso a dedo.
Dicho proyecto, fue apoyado por el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Frente Amplio, y no contó con los votos de los legisladores del Partido Nacional.
Por supuesto que hay un sinfín de argumentos a favor y en contra, de lo que ya está establecido claramente en los artículos 61 y 62 de la Constitución de la República.
Por supuesto que se podría debatir indefinidamente, con argumentos a favor o en contra para cualquiera de ambas opiniones, por las características polémicas del tema.
Pero sin perjuicio de todo lo anterior, hay una razón de oportunidad temporal, que sólo quienes no conocen el ADN del arte político, o quienes intentan a toda costa legislar con tirria, fomentando la división de bloques, puedan apoyar.
Por eso creo que las intenciones de unos y otros dentro de los que apoyaron dicho proyecto de ley, fueron muy diferentes, sin perjuicio que en el resultado, convergieron en el apoyo del mismo.
Nunca un proyecto con dicha temática puede ser presentado en un período, en pleno ardor electoral.
Por cierto que va a estar contaminado de ingenuidad o de intencionalidad, su debate y apoyos, como realmente lo fue.
Tampoco creo que el mismo pueda ser dirigido, sólo a un sector de la administración, pues el grueso del problema no está totalmente anidado en los gobiernos departamentales, sino que atañe a todos los funcionarios públicos, llámese Gobierno central, gobiernos departamentales, empresas públicas, gobiernos locales.
Si se quisiera ir a fondo, se debería de presentar un proyecto general e integral, que legisle en serio.
Aquellos que los vemos rasgarse las vestiduras, por cómo se dio la votación son los mismos que en ese mismo momento estaban haciendo ingresar a dedo y con sueldos fuera de toda lógica para las tareas para las que son contratados a un sinfín de funcionarios-militantes, bajo la dulce siesta de un gremio que es combativo en sus reclamos, pero que no cuida para nada la calidad de la función, o aquellos que fueron los que llevaron a cabo prácticas, que habían prometido erradicar.
Hay que elevar la mira, de lo contrario, el nivel político se va a ir degradando cada vez más, como viene ocurriendo hace mucho tiempo, creando un nivel de dirigentes partidarios, que se encuentran divorciados de la gente, mirándose sus propios ombligos.