Armando Guglielmone Instructor canino –
educador etólogo Venta de ovejeros
alemanes de pedigrí Contacto y /o sugerencias : 098 539 682
Cuando vamos a algún lugar y vemos que en la entrada dice así, pet friendly, nos indica que en ese lugar se admiten mascotas, es decir que podemos ingresar con ellas o, en algunos lugares, podemos dejarlas seguras en unas jaulas que tienen mientras realizamos la tarea que debamos. Desde el año pasado, en el cual tuve que ir varias veces al aeropuerto de Carrasco, me sorprendió gratamente ver que se admiten perros dentro sin necesidad de ir en su jaula, como era antes. Y no estoy hablando de perros de asistencia, simplemente mascotas. Es singular y agradable ver como las personas van a recibir o despedir familiares llevando, como no, a su perro. Ver como se alegran los dueños al llegar y ver que está su amigo peludo esperándolo ansioso y feliz, me confirma que indudablemente el lazo afectivo que nos une es casi tan intenso como el que tenemos entre personas queridas. Y para los que piensan que es una exageración pensar así, hay hechos científicos comprobados que así lo demuestran, como los estudios hechos en varias universidades de Estados Unidos, solo hay que leerlos. Hace poco un cliente me envió una foto de él con su perro dentro de un carro de compras en un local de una cadena importante de Montevideo, en esta tienen unos carros con piso para que los perros puedan ir sin lastimarse, genial idea. Y en Salto, ¿cómo estamos?, bien, como no podría ser de otra manera lo frecuente es que no se permitan perros en casi ningún lugar, excepto en un supermercado bien céntrico, en el cual he visto clientes con su perro en brazos sin problemas, faltaría solo tener carritos a propósito y dueños responsables para tener sus perros bajo control. También al lado del BPS hay un local que permite ingresar con el perro a comprar, bien por ellos, es un comienzo. Es verdad que hay que ser lógicos y no pretender ir a una tienda de ropa con un perro, pero hay lugares como locales gastronómicos que en la parte al aire libre bien podrían dejar que así fuera. Veremos qué pasa a medida que transcurra el tiempo, tal vez las nuevas generaciones impulsen un cambio de mentalidad y se vuelvan más flexibles las exigencias sobre no ingresar con perros a casi todos lados. Tengo una anécdota que me ocurrió hace mucho tiempo, a finales de los noventa, había ido con mi hijo, mi sobrino y un pequeño cachorro a la veterinaria, al regreso pensé volver en bus ya que estaban muy cansados, tenían 4 y 6 años respectivamente; al llegar el transporte en el momento que íbamos a subir el chofer me dijo que con perro no, le dije que era pequeño (me cabía casi en la mano) pero insistió que no. Recuerdo haber vuelto a casa con un enojo enorme pues este personaje ni siquiera le importó ver a los niños con expresión cansina, con el paso de los años seguí viendo a este personaje y comprobé que esta persona no era apreciada por ningún pasajero, supongo que seguirá viviendo en su miserable actitud poco humana. Ojalá que esto no se repita más, en fin, el tiempo lo dirá, ojalá pronto podamos ver más espacios Pet friendly.
