martes 5 de noviembre, 2024
  • 8 am

El poder del ciudadano

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Hoy domingo 27 de octubre, es un día muy especial para nuestro país, y para todos los que ostentamos la calidad de ciudadanos. Se realizan las elecciones nacionales, para elegir al Presidente y Vicepresidente, y a todos los legisladores de la Cámara de Representantes y de la Cámara de Senadores, así como a los integrantes de las Juntas Electorales en cada departamento del país.
Hoy el poder está centrado en el denominado Cuerpo Electoral, integrado por todos los ciudadanos que, este día, estamos habilitados para votar. Porque eso es el ser del ciudadano: es ser aquella persona que tiene el sagrado derecho de votar y ser votado, derecho y deber que se establece obligatorio en nuestra Constitución, y que puede ser pasible de una sanción, para quien no lo cumpla voluntariamente. El concepto de derecho-deber, se fundamenta en que nuestra Constitución establece en su art. 77, que “todo ciudadano es miembro de la soberanía de la Nación”, porque en nuestro país, “la soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación, a la que compete el derecho exclusivo de establecer sus leyes, del modo que más adelante se expresará”. Concretamente lo indica el art. 82, cuando dice que “la Nación adopta para su Gobierno la forma democrática republicana”, la que será ejercida por el Cuerpo Electoral en los casos de elección, iniciativa, referéndum y plebiscito. Es decir, en Uruguay, la soberanía no radica en el pueblo, como erróneamente se dice, sino en la Nación. Y la Nación, es el pueblo jurídicamente organizado. Es decir, puede actuar, pero no de cualquier manera, sino siguiendo las formas y procedimientos que la propia Constitución establece.
Precisamente, hoy 27 de octubre de 2024, los ciudadanos uruguayos no solo eligen a sus representantes para que ocupen los cargos de gobierno que señalamos al inicio, sino que tienen la oportunidad de votar dos proyectos de reforma constitucional, que son de conocimiento público.
Por eso nuestra democracia es semi-representativa, porque los ciudadanos no solo elegimos a nuestros representantes en los órganos de gobierno, sino que, además, directamente, podemos solicitar que se reforme la Constitución en los dos casos de los plebiscitos que están a nuestra consideración.
Todo ello dentro de los conceptos de democracia y de república, que tienen como fin la felicidad de la persona como tal, por encima de todo, lo que se traduce en la protección de los derechos fundamentales, cualesquiera sean ellos, que se consideran que nacen con cada uno de nosotros. No son otorgados por el Estado, y, por lo tanto, jamás el Estado nos los puede quitar.
En honor a estos principios, todos los ciudadanos uruguayos hoy tienen una cita con su país, porque hoy, el poder, está en nuestras manos.