Por Andrés Torterola
Desde la aprobación de la ley del aborto en Uruguay han muerto 9 mujeres. En diálogo con CAMBIO, la escritora e investigadora de temas relacionados con la promoción de la vida Gianella Aloise recordó recientes declaraciones del Subsecretario de Salud Pública, que a su entender son contrarias al rol que ocupa, ya que justifican una norma que permite “matar a seres humanos indefensos”.
DATOS
El jerarca afirmó que la ley es “buena, segura, accesible e infrecuente”. Para Aloise, esto no es cierto: “Si fuera segura, el dato de muertes debería ser cero, pero desde su aprobación ya fallecieron 9 mujeres por aborto legal”. Además, subrayó que no es infrecuente, ya que se registran en promedio 10.000 abortos al año, es decir, 31 por día, lo que equivale a 117.863 niños por nacer desde la entrada en vigencia de la ley hasta 2024, según cifras oficiales.
MUJERES MIGRANTES
Agregó que Uruguay abolió la pena de muerte para los peores asesinos en defensa de la dignidad humana, pero el subsecretario promueve ampliar plazos y reducir requisitos para abortar, lo que implicaría incluso permitir abortos tardíos y de niños con discapacidad. “Ya no habrá pastillas que valgan para matar a un niño desde las 14 semanas hasta el nacimiento”, advirtió. El funcionario también señaló que la ley debería adecuarse al nuevo perfil poblacional e incluir a mujeres migrantes. Aloise cuestionó esta postura, afirmando que supone brindar a las extranjeras “la oportunidad injusta” de eliminar a sus hijos en suelo uruguayo, cuando lo que más debería cuidarse es su vida y la de sus hijos.
DEROGACIÓN DE LA LEY
Respecto al requisito de los cinco días de reflexión, considerado por el jerarca como una exigencia que no se aplica, Aloise indicó que un 5% de las mujeres que consultan deciden continuar con el embarazo, lo que representa unos 500 nacimientos al año. “Son casi 17 grupos escolares de 30 alumnos, en un país donde las autoridades educativas se lamentan cada año por la disminución de niños y adolescentes”, señaló. Sobre la desigualdad social en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos, Aloise consideró lamentable que quienes tienen recursos económicos aborten más que las mujeres pobres: “Están perdiendo la oportunidad de sus vidas en la mejor edad para reproducirse”. Advirtió que extender este “logro” a la población vulnerable solo generará mujeres doblemente pobres, con graves secuelas emocionales y sin adecuada atención de salud mental. Finalmente, cuestionó que el Subsecretario no cumpla con la función esencial de mejorar la salud de la comunidad. “Abortar no es proteger ni mejorar la salud: es matar a un ser humano y dejar secuelas en la mujer”, concluyó, reclamando la derogación de la ley y afirmando que Uruguay necesita gobernantes que cuiden la vida desde la concepción, no que promuevan más abortos.
