Por Andrés Torterola
Los Pescadores Artesanales de Salto continúan trabajando para consolidar un ambicioso proyecto que combina acuicultura, ecoturismo y capacitación en técnicas tradicionales de pesca. Este grupo logró durante el período de gobierno anterior que la Junta Departamental de Salto aprobara un comodato por 20 años, lo que les permite disponer del terreno necesario para desarrollar sus actividades. En diálogo con CAMBIO, Ismael Sequeira, referente del colectivo, explicó que ya cuentan con un primer tajamar finalizado en la zona designada y que próximamente se construirá un segundo. “Estamos a la espera de reunirnos con el intendente Carlos Albisu para coordinar los próximos pasos y seguir avanzando en la concreción del proyecto”, indicó.
CULTURAL Y AMBIENTAL
Durante la administración pasada, los pescadores gestionaron ante la Intendencia la cesión de un predio con el propósito de implementar un plan integral orientado a diversificar su actividad productiva. La iniciativa contempla la cría y reproducción de especies autóctonas mediante sistemas de acuicultura sostenible, así como la generación de espacios de aprendizaje para estudiantes y visitantes interesados en conocer las prácticas tradicionales de pesca artesanal. El componente ecoturístico del proyecto apunta a transmitir a la comunidad y, especialmente, a las nuevas generaciones, los conocimientos sobre las distintas modalidades de pesca, su historia y su importancia cultural y ambiental para la región. “Queremos que la gente entienda que la pesca artesanal no es solo un trabajo, sino una forma de vida que respeta los ciclos naturales y busca el equilibrio con el entorno”, destacó Sequeira.
ESFUERZO Y COMPROMISO
Además, los pescadores proyectan incorporar valor agregado a sus capturas mediante la elaboración de productos derivados del pescado y la creación de circuitos turísticos que incluyan recorridos guiados, degustaciones y actividades educativas. El objetivo general —explicó Sequeira— es fortalecer la economía local, generar empleo y promover un desarrollo sostenible que beneficie tanto a los trabajadores del río como a la comunidad en su conjunto. “Este es un sueño que venimos construyendo desde hace años, con mucho esfuerzo y compromiso. Queremos que se transforme en un espacio productivo, educativo y turístico que sea orgullo para Salto. Que no solo beneficie a quienes trabajamos directamente en la pesca artesanal, sino que también se convierta en un lugar de encuentro para la comunidad, donde las familias, los estudiantes y los visitantes puedan aprender sobre nuestras tradiciones, la importancia de cuidar el río y los recursos naturales, y disfrutar de experiencias vinculadas al ecoturismo, concluyó.
