lunes 3 de febrero, 2025
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Destacan beneficios de la natación como una técnica de superviviencia y mejora de la autoestima y el estrés

Por Melisa Ferradini
Hoy en día, la natación es uno de los deportes más populares y completos, con distintas disciplinas como el estilo libre, pecho, espalda, mariposa, aguas abiertas y natación artística. Además de su lado competitivo, sigue siendo una habilidad vital para la seguridad personal y el bienestar físico y mental. Es una actividad que no solo es divertida y refrescante, sino que también es fundamental para la salud y la seguridad. Más allá de ser un deporte, saber nadar es una habilidad de supervivencia que puede salvar vidas y, al mismo tiempo, ofrece innumerables beneficios físicos, mentales y emocionales. Desde mejorar la capacidad cardiovascular y la resistencia muscular hasta reducir el estrés y fortalecer la autoestima, la natación es una de las actividades más completas que existen y apta para todas las edades y condiciones físicas. Para profundizar en este tema, CAMBIO dialogó con la Licenciada en Educación Física, Leticia Bianchi, quien trabaja por la Secretaría Nacional de Deportes en el programa «Verano + Activo».
APRENDER DESDE LA INFANCIA
“Aprender a nadar es una habilidad fundamental que no solo mejora la salud, sino que también puede salvar vidas. Especialistas recomiendan iniciar el aprendizaje a los cuatro años, cuando los niños ya han desarrollado las capacidades motoras necesarias para aprender técnicas básicas de supervivencia, como la flotación. Sin embargo, desde edades más tempranas se puede fomentar la familiarización con el agua a través de la matronatación, una actividad en la que los bebés participan junto a sus padres en la piscina, promoviendo la confianza y el desarrollo psicomotor”, detalla.
BENEFICIOS
Nadar desde la infancia tiene múltiples ventajas. No solo reduce el riesgo de ahogamiento, sino que también mejora la coordinación, fortalece el sistema respiratorio y fomenta la independencia y la autoconfianza. En adultos, la natación es una excelente opción para mejorar la salud cardiovascular y respiratoria, fortalecer la musculatura, aumentar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones, ya que no genera impacto en las articulaciones. Además, es una actividad que ayuda a controlar el peso, mejora los niveles de colesterol y contribuye al bienestar mental gracias a la liberación de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”.
NUNCA ES TARDE
La creencia de que la natación solo se aprende en la infancia es un mito. Nunca es tarde para empezar. Aunque en la adultez pueden existir miedos asociados al agua, con constancia y práctica es posible adquirir las habilidades necesarias. “El consejo principal es animarse. No importa si al principio solo se camina en la piscina; lo importante es dar el primer paso. Con el tiempo, se gana confianza y se avanza hasta lograr el objetivo, ya sea aprender a nadar o mejorar la salud física y mental”, explica.
ACTIVIDADES ACUATICAS
Más allá de la natación, existen otras opciones para ejercitarse en el agua, como el aquagym y el spinning acuático, una disciplina relativamente nueva en el país que se practica con bicicletas fijas dentro de la piscina. Estas actividades comparten los beneficios de la natación: son de bajo impacto, fortalecen el cuerpo y mejoran la resistencia sin dañar las articulaciones. En verano, el riesgo de ahogamiento aumenta, especialmente en zonas con ríos y arroyos. Para prevenir accidentes, se recomienda elegir siempre lugares con servicio de guardavidas.