Por Armando Guglielmone
Al adiestrar un perro se pretende que este llegue a tener la capacidad de dar respuestas a órdenes dadas, de la mejor manera posible. La idealización que a veces la gente tiene, es que el perro dejará de hacer absolutamente todo lo que se le diga, aún cuando no estemos. Esto en términos reales casi no existe; a un perro le podemos enseñar que se comporte de una determinada manera frente a un determinado estímulo estando solo, pero, si este estímulo no aparece y el perro se aburre, puede entretenerse haciendo cosas que tal vez no nos gusten.
Para ejemplificar, si el perro fue adiestrado como perro de guardia y protección y aparece algo que le provoca desconfianza, responderá en base a lo aprendido, ladrando amenazadoramente a modo de advertencia a esto, ya que así fue condicionado. Ahora bien, si este mismo perro se encuentra aburrido y de repente ve que la ropa del tendedero se mueve con el viento, puede, asociado a su instinto de presa, ir a tirar de ella para entretenerse. Es el mismo perro, pero con dos comportamientos diferenciados; uno satisface al dueño y el otro lo irrita.
Pretender que el perro quede inerme cuando no estamos no es muy realista. En función del carácter asociado a la edad, la raza o sus cruzas y los estímulos que le hemos ido proporcionando será así su comportamiento. Pero, ¿se le puede enseñar que no haga cosas que nos fastidian cuando está solo? Sí, pero aquí es donde viene muchas veces el problema, modificar conductas dentro del hogar es algo que debe poner en práctica el dueño, pues es él quien vive ahí. Muchas veces me piden ayuda con esto, al ir y ver el problema le digo al propietario qué hacer para solucionarlo, y el resultado siempre termina asociado a la conducta del dueño. De éxito en los cuales se aplica a raja tabla los consejos y de fracaso en los que no, sin misterios. Luego vienen los comentarios a modo de chanza diciéndome que lo que mejor aprendió fue a tirar la ropa, hacer pozos, etc, aún admitiendo que ellos no tenían las ganas o la constancia necesaria de aplicar lo recomendado.
Cuando se adiestra un perro lo que se busca son dos cosas, que haga caso al darle órdenes y que forme hábitos para que mediante estos, al estar solo, se enfoque en ellos para así minimizar los comportamientos que puede manifestar por sí propio, como destrozos y demás. Muchas veces sugiero a los dueños que tengan una jaula de interior o un patio a disposición para dejar al perro cuando está solo, proveyéndole de cosas que lo ayuden a calmar la ansiedad. Así, al regresar, estará todo en su sitio, el perro bien y nosotros felices; dejar dentro de la casa solo a un cachorro o adulto inquieto no tiene sentido. El perro lo que quiere es nuestra compañía, al no tenerla cuando queda solo puede provocar dos cosas, quedarse echado triste en nuestra espera o liberar la ansiedad con lo primero que encuentre, y si es la segunda, marchamos.
Recordemos siempre bajar al nivel de comprensión mental del perro y no pretender que él suba al nuestro. Será la manera más fácil de entenderlo.