sábado 24 de mayo, 2025
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“Nunca es tarde”: especialista en gimnasia para la tercera edad aporta su enfoque del entrenamiento

Por Melisa Ferradini
Verónica Palacios es entrenadora personal, especialista en gimnasia para la tercera edad y técnica en musculación. Su camino en el mundo del entrenamiento comenzó desde el amor por el deporte y se consolidó con una fuerte vocación por ayudar a otros, especialmente a personas mayores y mujeres en etapa de menopausia. En diálogo con CAMBIO, nos comparte su historia, su metodología de trabajo y su mensaje de inspiración: “siempre se puede mejorar la calidad de vida, sin importar la edad”.
DESDE NIÑA
“Siempre me gustó el deporte. Desde chica estuve rodeada de actividad física: mi papá entrenaba ciclistas y al acompañar a mis hermanos en diferentes disciplinas, me mantuve muy cerca del mundo deportivo”, relata. A los 35 años sentí la necesidad de entrenar de forma más constante y planificada, principalmente por los cambios físicos y de salud que empecé a notar. Esto me llevó a explorar distintas actividades como ritmos, aeróbica, crossfit y aerobox, pero fue la musculación la que realmente me apasionó”. Hace algunos años tomé la decisión y empecé a investigar dónde podía formarme. Consulté con mi profesor de entrenamiento personalizado, quien me animó a hacerlo y me facilitó material para comenzar”.
NECESIDADES UNICAS
“Cada persona tiene necesidades únicas, y esto se acentúa aún más en etapas como la menopausia o la tercera edad”, enfatiza. El entrenamiento debe adaptarse considerando el estado de salud de cada alumno. Por eso, siempre realizo una entrevista inicial donde consulto si están autorizados por su médico para entrenar, si se han realizado estudios recientemente, si tienen enfermedades crónicas o antecedentes quirúrgicos, cómo es su alimentación y hace cuánto no realizan actividad física, detalla. “Además, realizo evaluaciones funcionales para conocer su nivel de inactividad y detectar posibles limitaciones”.
MIEDOS
El primer paso es ayudarlos a perder el miedo, porque muchos sienten vergüenza o inseguridad al entrar a un gimnasio: no saben qué hacer, cómo usar las máquinas o cómo ejecutar un ejercicio correctamente. “Les explico que mi rol es acompañarlos, guiarlos y enseñarles. Les hago entender que deben moverse de forma consciente, saber qué músculo trabajan en cada ejercicio y, sobre todo, aprender a escuchar su cuerpo y respetarlo.”Otro miedo muy frecuente es el temor a caerse o lesionarse, algo totalmente entendible en adultos mayores, pero que se puede prevenir con el entrenamiento adecuado. Cada persona con una patología o limitación física necesita cuidados específicos. El entrenamiento busca siempre mejorar su estado de salud y funcionalidad, ya sea aliviando dolores, mejorando el descanso, la movilidad o la energía.
NUNCA ES TARDE
Siempre hay posibilidad de mejorar la calidad de vida, sin importar la edad o el estado físico inicial. Tengo alumnas de 69 y hasta de 80 años que nunca habían entrenado y hoy están logrando cosas que para nosotros pueden parecer simples, como levantarse de una silla sin apoyo. Para ellas son logros enormes… y para mí, una emoción inmensa, finaliza.