viernes 22 de noviembre, 2024
  • 8 am

Ediles: ¿Lo más bajo de la clase política?

Dr. Pablo Perna
Por

Dr. Pablo Perna

170 opiniones
Minervine

Por Pablo Perna
¿Los ediles deben de cobrar sueldo? Esto es lo que se está discutiendo actualmente en el Congreso de Ediles, el Art. 295 de la Constitución de la República establece que los miembros de las Juntas Departamentales serán honorarios, por lo que no podrán percibir sueldos por sus funciones. En 1994 se plebiscito dicho artículo para modificarlo, pero por amplia mayoría el pueblo uruguayo, más del 70 % de los votos, les dijo que no.
De esta manera se generó una violación al principio de igualdad entre legisladores nacionales y departamentales, en virtud que los Diputados y Senadores perciben suculentos sueldo, mientras que los Ediles no pueden, ni deben percibir un solo peso por sus funciones. No obstante, con el tiempo los Ediles se han rebuscado para obtener beneficios que rozan con la legalidad, nombrados comúnmente como «sueldos encubierto».
Esta semana publica el Diario “El País” los diferentes beneficios que perciben los Ediles en las Juntas Departamentales del país. Montevideo corona estos beneficios, donde cada edil por concepto de partida de asesoramiento recibe la suma de $ 161.400, más exoneraciones en el pago de patente y contribución inmobiliaria, más 250 litros de combustible, teléfono y el derecho a ser usuario de web para ingresar a los diarios digitales.
En Salto, los ediles perciben una partida por concepto de secretaria por la suma de $ 41.000, más asignación familiar y hogar constituido, litros de combustible, pasajes a Montevideo, más el uso gratuito de bungalows en las Temas del Arapey. Los beneficios de los ediles del resto de las Juntas Departamentales son bastantes similares, oscilando las partidas entre los $ 30.000 a $ 161.4000, más los beneficios menores ya mencionados. Los que si vale la pena resaltar, son las Juntas Departamental que no admiten partidas de dinero de ningún concepto para los ediles, como los son Cerro Largo, Lavalleja, Maldonado, Paysandú y Treinta y Tres.
Dentro de los testimonios recogidos uno de los ediles de Montevideo ha manifestado: «hay casos en los que algún asesor solo figura en los papeles y su remuneración se la queda el edil, es una jugarreta». Otro: «se trata de artilugios… por eso habría que balancear estos pagos». Otro ex edil: «teníamos cinco secretarios, ellos firmaban pero hablábamos con algunos de ellos para cubrir gastos con parte de esa plata para Secretaria, cada uno arreglaba distinto”.
En los 10 años que he tenido el honor de integrar la Junta Departamental de Salto, he visto excelentes ediles, y muchos injustamente juzgados o cuestionados; pero también he visto contradicciones, donde Ediles que públicamente manifestaban no estar de acuerdo que cobrar un sueldo, luego eran los primeros que buscaban los beneficios económicos.
Creo francamente que esta situación debería de blanquearse por una cuestión de razonabilidad, en cuanto cada persona debe ser retribuida por el trabajo que realiza, por más mínimo que sea; si un legislador nacional cobra, un legislador departamental también debería de hacerlo por el principio de igualdad, tal vez con una retribución menor, pero remuneración en fin.
La función legislativa y de contralor de los ediles es hermosa, hay curules profesionales y dedicados, pero lamentablemente estas maniobras económicas empañan al rol del curul. Esperemos que en el futuro no muy lejano pueda subsanarse este desequilibrio ilógico entre legisladores de la República.