En el marco del 12º Encuentro Nacional de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos (MTO) bajo el lema «Cultivando Resiliencia: Aprendizajes de una zafra histórica», se llevaron a cabo proyecciones clave para la zafra actual, brindando una visión esperanzadora para el sector oleaginoso.
aLa economista de INIA, Magdalena Borges, destacó que la zafra 2023/24 presenta desafíos y oportunidades, especialmente para dos de los cultivos más importantes: la colza y la soja.
Colza
La colza, un cultivo que ha enfrentado diversos desafíos, se proyecta mantener un rendimiento sobre el eje de 1.700 kg/ha para la zafra actual. Sin embargo, la incertidumbre persiste debido a los daños sufridos por este cultivo. La economista Borges señaló que se espera un descenso del 26% en el precio por tonelada, contrarrestado por una reducción del 40% en los costos, impulsada por la disminución de precios en componentes importados como fertilizantes, herbicidas y fitosanitarios.
«Los márgenes para la colza se mantendrían relativamente estables alrededor de US$/ha 52», proyectó Borges, agregando que el rendimiento de equilibrio se sitúa en 1.600 kg/ha. A pesar de los desafíos, el sector de la colza muestra resiliencia y una capacidad de adaptación frente a los cambios del mercado.
Soja:
En cuanto a la soja, las perspectivas son alentadoras debido a las previsiones de un fin de primavera y un arranque de verano con lluvias, según diversos pronósticos climáticos.
Borges anunció un estimado crecimiento del 4% en la siembra de soja para la zafra 2023/24.
Aunque se espera que el precio del grano sea inferior en comparación con el año pasado (US$/ton 480), los costos se mantienen estables.
Esto resulta en un margen proyectado positivo para el cultivo de soja, alcanzando US$/ha 350. El rendimiento de equilibrio se sitúa en 1.400 kg/ha.
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