sábado 23 de noviembre, 2024
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Los perros de Armando ¿Y los perros de asistencia?

Armando Guglielmone
Por

Armando Guglielmone

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Armando Guglielmone Instructor canino –
educador etólogo Venta de ovejeros
alemanes de pedigrí Contacto y /o sugerencias : 098 539 682
Los perros de asistencia son aquellos que se adiestran para prestar servicio como ayudante de personas con algún tipo de discapacidad. Fue en Inglaterra, después de la primera guerra mundial, que se empezó a tomar en consideración su uso debido a la gran cantidad de soldados heridos en batalla que habían perdido la visión. Así fue entonces que se comenzó a utilizar perros por primera vez para ayudar a las personas, en este caso ciegas, a funcionar como ayuda vital para estas personas. Luego se extendió a personas en silla de ruedas y mucho más acá en el tiempo, como soporte emocional y físico para personas que sufren de narcolepsia y sobre todo de SEPT (síndrome de estrés postraumático). Y entonces, ¿por qué es que no vemos perros como estos en nuestro medio brindando este servicio?, solo para contar con un perro lazarillo la lista de espera es inmensaaún siendo relativamente pocas las personas que lo solicitan. El asunto es que este trabajo, por lo menos acá, es honorario. Se deben tener fondos para sostener la iniciativa, generalmente obtenido de donaciones, para que así las personas que no tienen los recursos económicos puedan acceder a estos ya que el perro va incluido, no se aporta generalmente por parte del solicitante. Personalmente tengo otra visión posible sobre el por qué no se ven estos perros, mi conclusión es que la mayor parte de la gente acá es cómoda, no desea renunciar a cosas a cambio de este beneficio que sería un perro de estos, aún a costa de sus propios allegados. Mi primera experiencia fue con un perro guía, cuando me preguntaron el costo dije que sería honorario, sobre todo debido a que iría destinado a un niño; la única condición era que siguieran al pie de la letra todo lo que yo les dijera. Para no hacerla larga, hicieron caso omiso a todo, lo que llevó a que suspendiera el adiestramiento a poco de empezar. De ahí en más me propuse a no hacer más nada sin cobrar, ya había tenido esta experiencia de falta de agradecimiento con las fuerzas de seguridad y no iba a seguir acumulando falta de consideración. Luego, con perros de asistencia para, nuevamente, niños, en silla de ruedas o problemas similares, pasó algo similar. La falta de interés de las personas por sus hijos me dejó estupefacto. Es como que pensaran, “el perro lo va a ayudar, pero él va a seguir igual, no da para tanto esfuerzo”. El grado de asombro y desilusión respecto a las personas que me provocó eso fue enorme. Ni en el primer caso, que lo hacía sin costo, ni en los siguiente que ya no, las personas mostraron empatía con los suyos. Uno piensa de manera personal que por los suyos haría el mayor sacrificio posible, por lo menos muchísima gente. Ojalá no sea debido a que la mayor parte de nuestros familiares son personas con plenas capacidades y no queremos que nos juzguen mal, y como los que tienen minusvalía de nacimiento y no conocen otra forma de vivir, no pueden hacerlo. Ojalá no sea así.