sábado 23 de noviembre, 2024
  • 8 am

Los perros de Armando: Esa maravillosa nariz

Armando Guglielmone
Por

Armando Guglielmone

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Minervine

Armando Guglielmone Instructor canino –
educador etólogo Venta de ovejeros
alemanes de pedigrí Contacto y /o sugerencias : 098 539 682
Harto sabido es para la mayoría de las personas que si hay algo que tienen los perros es una fabulosa capacidad para detectar olores que para nosotros sería impensable poder hacerlo. A diario se ve en todo tipo de programas perros que trabajan realizando búsquedas de personas accidentadas, extraviadas, encontrando drogas o explosivos y así por el estilo. Pero hay también trabajos que realizan estos que pasan desapercibidos para la mayoría, son trabajos que se hacen más con aspecto científico y cuando aparece algún informe es en algún video informativo que lo muestra como algo más que pueden hacer los perros, pero sin darle tal vez la real importancia que tendría que tener. Es que usando el olfato de los perros se pueden detectar enfermedades particularmente graves de manera rápida y certera. En Estados Unidos y algunos países de Europa han probado usar perros para detectar algunos tipos de cáncer logrando estos una tasa de efectividad del cien por ciento y sobre todo una rapidez imposible de lograr por los métodos de laboratorio clásicos. Usando cultivos de células de piel cancerosas como referencia, los perros olfatean meticulosamente a una persona y si detectan en algún lunar o mancha en la piel el olor de referencia lo marcan certeramente. Lo mismo ocurre con el cáncer de próstata, al perro se le muestra como referencia una muestra de la orina del paciente y si está tuviera células cancerosas la señalará inmediatamente. La gran ventaja apreciable de este método a simple vista es por supuesto la velocidad en el resultado, sea este cual fuere le restará ansiedad al paciente y en el primer caso no requerirá de biopsia de piel evitando un dolor extra.
La otra ventaja sería en el ahorro de análisis de laboratorio, pero, acá es donde juega en contra de usar este método el hecho de que las empresas farmacéuticas perderían una parte de ingresos asociados a los métodos de laboratorio que no quieren perder. A diario en el mundo entero se realizan miles y miles de análisis para detectar cáncer de piel y de próstata, menciono estos dos solamente pues son los que han sido probados perros como detectores, generando con estos estudios ganancias importantes que comprensiblemente no desearían perder. Pero siendo realistas, a la mayoría de las personas les resultaría arriesgado dejar en manos de las narices de un perro su tranquilidad o su preocupación.
Pero, si al igual que pasó con los perros detectores tradicionales se los empezara a usar, de a poco iría generando la confianza suficiente para que luego de años se optara por ellos como un método más rápido e igual de efectivo que los tradicionales.
Mientras tanto, quedémonos solamente con la admiración por lo que pueden hacer los perros, ellos y su maravillosa nariz.