HIJOS DEL RIGOR
El cuerpo inspectivo de la Intendencia realiza cada fin de semana, operativos en diversos puntos de la ciudad con el objetivo de fiscalizar en las condiciones en que se maneja en Salto y por ende sancionar. Se trata de operativos que tiene por objetivo genere conciencia en la población que no se debe circular en infracción y que se debe hacerlo dentro de la normativa. En las últimas semanas los operativos estuvieron desplegados en la intersección de Beltrán y Avenida Harriague y resulta llamativa la cantidad de motos y autos que se incautan por conducir con alcohol en sangre o por no contar con libreta habitante. Al menos hay un porcentaje importante de estos que regulariza su situación.
¿QUIÉN LOS CONTROLA?
A propósito de la ingesta de alcohol, sería bueno saber si desde la Intendencia de Salto -específicamente desde Tránsito- se controla el estado de sobriedad de quienes se dedican a cuidacoches. Resulta muy molesto que haya algunos que se les nota están bajo efectos del alcohol u otras drogas. E incluso hubo casos en los que se molestaron porque no se les proporciona propina que no es obligación darles. Hay muchos cuidacoches que trabajan alcoholizados pero poseen chaleco y carné que los habilita a cumplir esa tarea. ¡Nadie supervisa este tipo de cosas? Para el trato con la gente, para la confianza ciudadana y sobre todo para el turismo es un problema a resolver.
¿SE TERMINÓ EL HAMBRE?
Una lectora se comunicó con CAMBIO para hacernos saber que desde hace meses que nadie habla más de las ollas populares. “Parece que se vino la política y ya no es necesario expresar que hay necesidad”, dijo. La mujer aclaró que una cosa son los merenderos que desde hace años brindan a los niños su desayuno o merienda, pero otra muy distinta fueron las ollas populares que se originaron durante la pandemia y que fueron utilizadas como una estrategia para hacer política. “En este tiempo y por arte de magia nadie habla más de las ollas, parece que no hay más necesidades o ya no les es rentable decir que todo está mal y que cientos de personas dependen de estas acciones”.
BUENA INICIATIVA
Estudiantes de secundaria han trabajado en la confección y colocación de pequeños contenedores plásticos en las paradas de ómnibus, que sirvan no solo como papeleras sino para arrojar las colillas de cigarrillos. La propuesta nació como consecuencia de la cantidad de colillas de cigarrillos que se observaban en las paradas y dentro de proyectos de cuidado al ambiente. Las papeleras han tenido una gran aceptación y han mejorado en forma sustancial la basura que se acumulaba en las paradas del bus sobre todo en las calles céntricas de la ciudad. Desde la Intendencia se debería acompañar esta propuesta juvenil con una campaña de concientización sobre mantener y lograr una ciudad limpia.
SIN RESPUESTAS
Residentes en La Amarilla vuelven a quejarse de los ruidos molestos que ocasionan los ensayos de una comparsa de la zona que todos los días a partir de las 20 horas en adelante, los somete a ruidos de tamboriles. Una de las residente en esa zona (Gaboto y Oficial Primero), dijo que en todos los departamentos hay protocolos de ensayos, pero en Salto la Intendencia prefiere no meterse y que todo sea “un viva la patria”. “No se respetan horarios, no se respetan días y a pesar de haber hablado con ellos no nos han hecho caso”, dijo. “Para la Intendencia son expresiones culturales, por eso sería bueno que una comparsa ensayara en la puerta de la casa del intendente para ver qué opina”, dijo.
FUMIGACIÓN
El calor, la lluvia y la humedad que queda después son tres factores que inciden en la proliferación de mosquitos. El sábado el poco público que asistió al Parque Harriague con motivo de la Fiesta de la Música, se quejó de la cantidad de mosquitos que había en el lugar, tomando en cuenta la cercanía del lago. Es por esa razón que piden que para la fecha en que se estén presentando Los Palmeras que fueron reprogramados por mal tiempo, se haga una amplia fumigación en el parque para evitar estos molestos insectos.
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